El Slavia de Praga eliminó este jueves al Rangers de la Europa League tras imponerse a domicilio por 0-2, pero el fútbol quedó en segundo plano por el presunto incidente racista del que habría sido víctima Glen Kamara.
A poco de terminar el partido, Ondrej Kúdela se acercó al centrocampista del Rangers y le dijo algo al oído, a lo que Kamara reaccionó señalándole con el dedo antes de que se montara una importante tangana.
Ya en rueda de prensa, Steven Gerrard dejó a un lado el partido para referirse a lo sucedido en un tono visiblemente enfadado. "Me siento enrabietado, es difícil escribir cómo estoy porque conozco a Glen, confío en él al 100% y es decepcionante", arrancó.
"Debe hacerse algo urgentemente, pero sea lo que sea que pase, estaré junto a Kamara. Había mucha confusión alrededor de lo sucedido y lo trataremos con la UEFA. Lo único que puedo confirmar es que mi jugador dice que ha sido abusado racialmente", continuó.
Gerrard aseguró que habría apoyado abandonar el partido: "Intenté llamar a Glen, pero no vino. Quería preguntarle si quería salir del campo, le habría apoyado cualquiera que fuese su decisión. Los jugadores se quedaron, así lo quisieron, y el partido pudo acabarse".
"Espero con todo mi corazón que le pongamos una solución a esto, porque esta situación no es normal. Si tengo que decirte algo en un campo de fútbol, ¿por qué tengo que cubrirme la boca y decírtelo al oído? No hay necesidad y lo que más me duele es que hay gente intentando defender a Kúdela. Su gente intenta defenderle llamándonos mentirosos, pero son otros los que deben decidir si es así y lo único que puedo decir es que estoy con Kamara", agregó el técnico del Rangers.
Como decía Steven Gerrard, el Slavia de Praga negó inmediatamente lo sucedido y lo hizo público en un duro comunicado donde no solo defendió a su jugador, sino que acusó al Rangers de haber intentado agredir a miembros de su expedición.
"El Slavia niega la desagradable acusación de comportamiento hacia uno de nuestros capitanes Ondrej Kúdela. Nuestros fundadores nos dieron un escudo con colores que simbolizan la pureza de la idea del deporte y de que el rival no es nuestro enemigo, sino un oponente respetado. Este club está basado en el respeto a los rivales y a todo tipo de personas y culturas", defendieron los checos.
La parte jugosa del escrito viene en el siguiente párrafo. "Tras una de las varias faltas brutales, Ondrej Kúdela se acertó a uno de los jugadores del Rangers. 'Le dije 'tú, p*to tío' ('you, f*cking guy'). Lo dije encendido, pero niego que hubiera algo racista en esas palabras", explicó el propio futbolista.
"Los jugadores del Slavia sufrieron un juego sucio sin precedentes de su rival. Nunca habían vivido algo así en un partido en la historia moderna de las competiciones europeas. Muchas entradas durísimas acabaron en lesiones de nuestros jugadores. El portero Ondrej Kolar acabó en el hospital con diez puntos en la cabeza", continuó el club rojiblanco.
Y por último, la bomba: "Tras el final del partido, el equipo no pudo entrar a su vestuario. Ondrej Kúdela fue asaltado por Kamara, quien le golpeó con los puños en la cabeza, mientras en el entrenador del Rangers Steven Gerrard era testigo del incidente. Incluso los representantes de la UEFA que estaban presentes se quedaron impactados con su comportamiento".
Concluía el Slavia de Praga asegurando que el equipo se encontraba "seguro" y "en compañía de la Policía escocesa". Era el punto final a un duro cruce de acusaciones ante el que se espera la intervención de la UEFA.