Un Mundial es un sueño para cualquier futbolista y selección. Esta edición de Catar está siendo completamente mágica, pero no siempre los sueños se cumplen. México peleó con uñas y dientes por su pase a los octavos ante Arabia Saudí, sin embargo, las ganas y la fuerza no siempre son suficientes para alcanzar la gloria.
Aztecas y saudíes libraron una auténtica batalla futbolística sobre el terreno de juego del Lusail. Un duelo que ya desde el papel se antojó épico, pero que dejó a ambos combinados nacionales sin octavos de final.
Pero toda historia tiene un principio y un final y el comienzo de esta fue frenético. México, conocedor de que sus opciones eran casi remotas, le tocó apretar desde el inicio. Algo que, por supuesto, replicó Arabia Saudí.
La defensa y, sobre todo, Al-Owais fueron el gran punto fuerte del conjunto asiático. Los minutos finales fueron de dominio azteca, pero en lo que se refirió al último pase, el conjunto dirigido por el Tata Martino echó en falta una marcha más.
Aunque en los instantes finales a la marcha a los vestuarios fue el cuadro de Hervé Renard el que tuvo en las botas de Kanno el 1-0, la realidad fue que la sintonía dominante durante los primeros 45 minutos fue la mexicana.
El comienzo del segundo acto comenzó con modificaciones, y con gol. Un tanto para México que supuso un alivio para todo un equipo que comenzó su particular cruzada por la remontada.
Un saque de esquina a que botó Lozano al primer palo, César Montes la tocó y en el área chica apareció Henry Martín para empujar la pelota al fondo de las mallas y desatar así toda la euforia y rabia contenida.
El 'Tri' fue un auténtico ciclón y así lo demostró apenas unos minutos después. En el 52', Chávez se sacó de la chistera un obús a la escuadra de Al-Owais para colocar el 0-2 en el electrónico y reavivar las esperanzas aztecas con más de media hora por delante. Cuatro minutos después, Lozano vio puerta, pero fue una falsa ilusión, ya que el Chucky estaba ligeramente adelantado y el gol quedó invalidado.
Pero no hubo tregua alguna por parte de México, que se echó hacia arriba y gozó de un aluvión de ocasiones para aumentar su ventaja. Agarrones, leves toques, todo era protestado por parte del banquillo del Tata.
Chávez trató de repetir su proeza con un nuevo misil desde larga distancia, pero esta vez, Al-Owais se mostró ávido y alcanzó la pelota antes de que se colase al fondo de la red.
En el otro choque, Argentina anotó el segundo y Polonia y México igualaban a todo, hasta tal punto que la clasificación se definiría por las tarjetas amarillas, donde el conjunto azteca salía claramente perdedor.
Pero un tanto lo cambiaba todo y a ello se puso el 'Tri'. Ocasión tras ocasión, pero siempre con el mismo patrón: no entraba el balón. El encuentro entró en su recta final y México siguió siendo el amo y señor del juego y las oportunidades de gol.
Un nuevo gol anulado a Antuna, que partió en posición antirreglamentaria antes de plantarse solo ante Al-Owais. Y tras esto, el mazazo. Un golpe que rompió en mil pedazos los sueños y corazones de todos los millones de aficionados mexicanos porque, aunque con un gol todo cambiaba, el tiempo y las oportunidades llegaro a su fin. Al igual que el camino de México en esta Copa del Mundo 2022.