Ha salido todo a pedir de boca para el Sunderlan, pues el pinchazo del Newcastle ante el Aston Villa permite a los de Sam Allardyce depender de sí mismos para mantener la categoría. Y lo ha logrado no sin sufrimiento.
A los quince minutos Diego Costa adelantaba a los 'Blues', y los peores augurios empezaron a sobrevolar el Stadium of Light. Una derrota ponía a los 'Black Cats' contra las cuedas, y complicaba seriamente sus opciones de quedarse el próximo año en la Premier League.
Pero no bajó el Sunderland los brazos en ningún momento. Khazri empató el encuentro en el minuto 41, pero la alegría duró poco: Matic volvía a adelantar al Chelsea al filo del descanso.
Jarro de agua fría para los locales, que se marcharon a los vestuarios con la sensación de que todo el esfuerzo fue en balde. Sin embargo, el destino tenía preparada una sorpresa para los de Allardyce.
Tres minutos de oro al cuarto de hora de la reanudación dieron la vuelta al encuentro, del 1-2 al 3-2. Borini primero y Defoe después voltearon el marcador y la alegría inundó las gradas del Stadium of Light.
Además, desde Birmingham no llegaban noticias de gol alguno, con lo que este resultado permite al Sunderland salir del descenso y depender de sí mismo para mantener la categoría.
Por tanto, el Sunderland se coloca decimoséptimo, con un punto más que el Newcastle, con el que se juega la última plaza de descenso al Championship, condenado ya como está el Norwich.
El Chelsea, que acabó el encuentro con 10 por la expulsión de John Terry en la recta final (vio la amarilla en el '88, y en el descuento la segunda), nada se jugaba, y se mantiene noveno, con 48 puntos.
El Sunderland jugará la próxima jornada contra el Watford algo más que el último encuentro de la temporada.