15 años ha necesitado el Tartiere para recibir al Sporting en partido oficial. Tres lustros de espera, un mundo teniendo en cuenta la rivalidad entre Oviedo y Sporting, que se citan con ansia de victoria y con el ascenso a Primera como objetivo.
Esa última vez, un 18 de mayo de 2003 y también en Segunda, el Oviedo conseguía la victoria por 2-1. Geni adelanta a los locales en el minuto 30, Villa igualaba cuatro después y Oli, en el 59', daba el triunfo al Oviedo.
Desde aquel día, tanto a Oviedo como a Sporting les ha dado tiempo a vivir ascensos y descensos, alegrías y decepciones. Una montaña rusa de sensaciones que se extrapolarán al Tartiere en este febrero de 2018.
En la ida, ambos equipos se repartieron un punto y Asturias se quedó a medias. Mojar la oreja del eterno rival es el leitmotiv para cualquier equipo, por lo que este Oviedo-Sporting supone una segunda oportunidad.
Las declaraciones previas de los protagonistas muestran la importancia del partido, al que el Oviedo llega como cuarto clasificado y con la segunda plaza a tiro. El Sporting, más irregular, es décimo y todavía sueña con el 'play off' de ascenso.
Finalmente, los visitantes podrán contar con Michael Santos, entre algodones durante toda la semana. La seguridad será extrema, aunque todos esperan que el fútbol sea el único invitado a la fiesta asturiana.