Es habitual en los finales de temporada, ver a los futbolistas juguetear con sus hijos sobre el césped una vez concluida la campaña.
En el caso de Hazard, no dudó en torear con el balón a su hijo. El belga no le da cuartelillo e incluso cuando el pequeño logra hacerse con el balón, le suelta una patadita que le acaba tirando. Así no, Eden... Las imágenes no tienen desperdicio.