La revolución de José Bordalás para medirse al Real Madrid afectó a todas las líneas de su equipo, incluida la defensa, para la que el técnico del Getafe alineó a tres uruguayos: Damián Suárez, Mathias Olivera y Erick Cabaco, que sufrieron mucho para contener los ataques de su rival.
Después de la goleada encajada la jornada anterior frente al Sevilla, Bordalás optó por hacer varios cambios en su once en busca de aire fresco y, en el caso de la defensa, también con la obligación añadida de cubrir la baja de Djené, sancionado.
La decisión de Bordalás fue mantener a Suárez en el lateral derecho y a Sofian Chakla en el centro. Para acompañarlos en la línea trasera incluyó a los charrúas Erick Cabaco y Mathías Olivera.
Esta apuesta de Bordalás ya era conocida y juntos ya disputaron varios partidos hace unos meses, como el del Barcelona, al que ganaron el 17 de octubre de 2020.
En esta ocasión, en el Alfredo Di Stéfano, la defensa 'azulona' sufrió para frenar los ataques del Real Madrid comandados por Benzema, Vinicius y Asensio, que desde el principio buscaron la portería de David Soria, aunque con poca fortuna en la primera mitad, en la que el Getafe no contabilizó ni un solo tiro a puerta.
De hecho, en la primera parte, el Getafe estuvo casi más pendiente de defender que de atacar y en ese aspecto fueron protagonistas los tres uruguayos, a los que tanta participación fue en detrimento de su rendimiento, como los fallos en la salida de balón de Cabaco o los problemas para replegarse de Olivera, que tuvo que apoyarse continuamente en su compañero Marc Cucurella.
A los 59 minutos el Real Madrid se adelantó en el marcador tras un centro de Vinicius desde la derecha que Benzema, ganándole la partida en el salto a Cabaco, remató a gol.
Poco después, en otra jugada colectiva del Real Madrid, Marcelo aprovechó un hueco por su costado izquierdo, el derecho de Damián, para poner un centro que Mendy, solo en el corazón del área, cazó para poner el segundo.
Esas dos jugadas no gustaron a Bordalás, que retiró del césped a Cabaco para dar salida a David Timor con el objetivo de ganar músculo en la zona de atrás y mejorar las prestaciones defensivas de su equipo, que, pese a los tímidos intentos, terminó el partido sin un solo disparo a la portería de Thibaut Courtois.