Allá por dónde va, la sombra del éxito en el Camp Nou le persigue. En Alemania, pese a revolucionar el fútbol a la par que enriquecía su libreta, a Pep se le criticó no coronarse en Europa.
Aunque los astros se alinearon con el Atlético de Madrid para resistir uno de los mayores asedios que se recuerdan en la Champions, en el Bayern de Múnich siempre tendrán esa espinita con el entrenador de Santpedor.
Tras su salida, como en Barcelona, Guardiola dejó huérfana la entidad y huella en la Bundesliga, donde muchos entrenadores copiaron su modelo y apostaron por su filosofía.
En Inglaterra, tras un año en el que sembró muchas dudas, Pep está recogiendo los frutos esta temporada, campeando por la Premier League y erigiéndose como serio candidato a ganar la Champions.
Corregidas las novatadas defensivas del primer año, Guardiola ha hecho del Manchester City un equipo ultracompetitivo, que amenaza con dar, por fin, la campanada en Europa.
La senda del triplete.
Antes de llegar a Kiev, el técnico catalán tendrá que visitar Basilea para disputar la ida de los octavos de final, en un escenario donde ya lució con el Barcelona camino del inolvidable triplete.
En la temporada 2008-09, el conjunto azulgrana se enfrentó a los suizos en la fase de grupos, endosándole una contundente manita (0-5), exhibiendo el potencial de un equipo henchido de confianza.
A pesar de las diferencias entre aquel Barça y este Manchester City, la parroquia 'citizen' rezuma optimismo esta campaña, dirigidos por un Guardiola ávido de gloria que ha recuperado la senda que le encumbró en Europa.