El Union Berlin, de la Champions a salvarse en el 92' y de rebote del 2º penalti fallado

La euforia se apoderó del An der Alter Försterei este sábado. Y no es para menos. El Union Berlin logró la salvación en la última jornada de la Bundesliga con un gol en el tiempo añadido. Para más épica, el tanto llegó en el rebote del segundo penalti fallado por los de la capital en el encuentro ante el Friburgo.
Los visitantes llegaban al bosque más famoso del fútbol germano con aspiraciones de ser 7º y colarse en una plaza de Conference League que incluso podría ser de Europa League si el Dortmund gana la final de Wembley ante el Real Madrid. Pero el objetivo de los de casa era aún más a vida o muerte: ocupaban la zona de 'play out' e incluso había opciones de descenso directo.
El Union Berlin tuvo la opción de adelantarse en la primera parte, pero el penalti errado por Juranovic en el 38' fue una piedra más en un camino que le ha llevado de la Champions a la agonía para no bajar. Noah Atubolu detuvo la pena máxima, aunque no pudo evitar el 1-0 de Hollerbach ya en el 68'. Pero, a solo 5 minutos del 90', Doan puso el 1-1.
El An der Alter Försterei enmudeció después de tener el objetivo al alcance de la mano. El Bochum caía goleado en Bremen y les permitía depender de sí mismos a unos capitalinos que, ya en el añadido del segundo tiempo, le pusieron la ración extra de epicidad al curso. Kevin Volland asumió la responsabilidad de lanzar un penalti que mandó al palo, previo paso por la punta de los dedos de Atubolu. Pero no cabía más desgracia ya en un duelo que se decidió por medio de Haberer, quien recogió el rechace, marcó y salvó a los suyos.
El Union Berlin ascendió por primera vez a la máxima división en 2019. De la mano de Urs Fischer, el club, admirado por todos por su estoicidad y por el concepto de fidelidad y comunidad con sus aficionados, dio un paso más en un ascenso meteórico que le llevó de jugar en Cuarta en 2006 a disputar la Champions League este mismo curso. Sin embargo, parece que le pasó factura la máxima competición europea, ya que el equipo, que había sido 11º, 7º, 5º y 4º, respectivamente, en las 4 temporadas que lleva en la élite, se vio inmerso en la zona baja de la tabla desde el principio de curso.
A la entidad le costó más de lo normal despedir a su entrenador. Urs Fischer había llevado al club a lo más alto, pero todas las partes entendieron que el cambio de mando era inevitable. Llegó Nenad Bjelica en noviembre, pero tampoco el croata pudo reconducir a un Union Berlin que ha terminado salvándose con Marco Grote en el banquillo.
El éxito de los de la capital supone la caída al 'play out' del Bochum. Era el que mejor lo tenía para evitarse problemas, pero los triunfos del Union y del Mainz 05, que remontó en Wolfsburgo, le condenaron a la antepenúltima plaza tras ser goleado por el Werder Bremen (4-1).