La caída contra el Manchester City fue triplemente dolorosa. Era el derbi de la ciudad, alejó la clasificación para la Liga de Campeones y supuso igualar una secuencia lamentable de resultados que solo tiene parangón en 1962.
Aún hay tiempo para enmendar la plana en las jornadas que quedan y acabar entre los cuatro primeros, si bien no se está viendo precisamente un juego que invite a pensar en que el final de la temporada será feliz.
Puro contraste con el brutal arranque de los 'red devils' desde que se produjo el cambio en el banquillo. Ole Gunnar Solskjaer dio nuevos bríos, pero ese efecti se ha perdido.
En esta racha de partidos, además de caer en los dos contra el Barcelona y perder la oportunidad de estar en semifinales de la Liga de Campeones, el Manchester United únicamente ha sido capaz de vencer al Watford y al West Ham, no sin sufrimiento.