El dominio comenzó siendo de un conjunto local muy alentado por la afición de Old Trafford. Avisó en el minuto 3 con un cabezazo peligroso de Fellaini pero, tras el paso de los minutos, se empezaron a venir abajo. Seguían en propiedad del balón pero no desplegaron juego de ataque realmente peligroso.
La primera mitad se fue consumiendo con tímidos acercamientos locales y un par de paradas de merito de De Gea, que estuvo muy seguro cuando los delanteros del West Ham le exigieron concentración.
El segundo acto fue otro cuento. A los 'Hammers' les sentó bien el paso por los vestuarios y salieron con mucha más energía, obligando al United a bajar las líneas. El tanto visitante llegó por obra de Dimitri Payet en un lanzamiento de falta. Un golazo increíble que mezcló potencia y colocación.
Tras el gol, aunque se esperaba reacción del United, no la hubo. El empate llegó gracias a un remate de Martial a centro de Ander Herrera por banda derecha. Un gol que forzaba el empate y el 'replay', que evitará que la afición y los medios se ceben, aún más, con Louis Van Gaal.