En las tres últimas jornadas, el Valencia consiguió adelantarse en el marcador ante el Elche, Sevilla y Mallorca, pero vio cómo sus rivales conseguían igualarle, en los dos primeros casos, y remontarle en el partido ante el conjunto balear, lo que le ha supuesto perder siete puntos que le hubieran situado en la parte alta de la tabla.
Antes del encuentro ante el Mallorca, el técnico italiano Gennaro Gattuso ya localizó el problema de su equipo, al recalcar el diferente rendimiento de su equipo entre los primeros y los segundos tiempos. Tanto ante el Elche (2-2) en Mestalla como frente al Sevilla (1-1) en el Sánchez Pizjuán, el Valencia fue muy superior a su rival en el primer acto pero se vio desbordado en el segundo.
Gattuso aseguró en rueda de prensa que no se trataba de un problema físico sino de mentalidad y de cómo en las segundas partes bajaban muchos metros la línea de presión. "No me gusta jugar atrás, en los últimos 20 o 25 metros, porque hay muchos equipos con jugadores de calidad en LaLiga que te pueden hacer daño", reflexionó.
Ante el Mallorca, el Valencia no ofreció un juego tan ofensivo como en sus dos anteriores encuentros, aunque dominó con autoridad al cuadro de Javier Aguirre, que no fue capaz de asomarse con el peligro al área valencianista y que se fue al descanso por debajo en el marcador tras el penalti trasformado por Edinson Cavani.
En el segundo periodo, en la primera aproximación con peligro del Mallorca, consiguió empatar gracias a una pena máxima transformada por Muriqi, que cambió por completo la dinámica del encuentro, a lo que también contribuyó el técnico Gattuso, como él mismo admitió en la posterior rueda de prensa, con unos cambios muy ofensivos al juntar a cuatro delanteros, lo que le hizo perder el control en la línea medular, lo que aprovechó el equipo insular para llevarse la victoria tras un gran gol del exvalencianista Kang-In Lee.
A esta situación, también ha contribuido la pérdida de solidez defensiva del Valencia, que ha recibido ocho goles en las últimas cinco jornadas lo que supone casi el doble de tantos que los que le han encajado en los primeros seis compromisos, en los que se había mostrado como uno de los mejores equipos en esta faceta.