Carlos del Cerro Grande, colegiado del choque, lo dejó bien claro en el acta: "El partido se demoró en su inicio en tres minutos debido a la tardanza por parte del club visitante en abandonar sus jugadores el vestuario, a pesar de las reiteradas advertencias para que salieran del mismo".
Según se recoge en el Artículo 85 del Código Disciplinario de la Federación, este retraso supone una infracción grave y acarrea una sanción de 3.000 euros. Además, Marcelino pudo ser expulsado, aunque el árbitro decidió no hacerlo.
El próximo miércoles se conocerá la decisión del Comité de Competición, aunque todo apunta a que el Valencia será multado al igual que lo fue el Betis la pasada temporada por el mismo motivo.