El Real Valladolid entrará en 2021 a dos puntos del ascenso directo, único objetivo de un equipo que, por plantilla, debería estar entre los aspirantes a subir hasta el final. Los blanquivioletas por fin se quitaron el mal fario ante los recién ascendidos y lo hicieron en un campo de Primera como el Reale Arena, allí donde prácticamente firmaron el acta de defunción hace unos meses en la máxima categoría.
Los pucelanos comenzaron mandando y dispusieron de hasta cuatro ocasiones claras en los primeros minutos. Exhibieron tanta voluntad como poca puntería ante una Real Sociedad B que tuvo excesivo respeto de salida a los de Pacheta.
Reapareció en el equipo pucelano Gonzalo Plata y el ecuatoriano demostró una vez más que está un punto por encima de la Segunda División. Le perdonó su técnico el desliz con el accidente de tráfico y el positivo en el control de alcoholemia y el extremo generó varias oportunidades con su sola presencia, fútbol y físico.
De los acercamientos de Plata y Óscar Plano vivió el Valladolid, aunque la poca puntería del último y de Weissman hicieron que el marcador no se moviera hasta después del descanso.
La Real Sociedad B aprovechó el paso de los minutos para terminar cerca del área de Masip, si bien el arranque del segundo tiempo fue parecido al del primero. El Real Valladolid, con ocasiones, y el conjunto 'txuri-urdin', a la expectativa y pagando la candidez de sus jóvenes.
Weissman perdonó otro par de oportunidades, pero no fallaría en el único lunar de un Ayesa que hizo un partido impecable. El israelí fue el más listo de la clase para empujar a puerta vacía un mal despeje del meta a centro de Toni Villa.
El equipo pucelano, que ya jugaba como si tuviera ventaja con 0-0 en el marcador, cometió el pecado de meterse demasiado atrás con el 0-1. Y le aparecieron todos los vértigos de los últimos desplazamientos. Masip mantuvo con vida al Pucela cuando peor estaba con sendas paradas a Lobete y Valera, a cada cual más clara.
Los cambios tampoco le hicieron ningún bien a un Valladolid ligeramente desbordado y a la expectativa al final. Cristo fue demasiado egoísta, primero, y excesivamente individualista, después, en sendas llegadas a la contra con Sergio León que ambos finalizaron de forma horrible. El tinerfeño exigió aún una gran parada más de Ayesa, quien fue tristemente protagonista en el desenlace final. En el 95', y con un córner a favor, el meta subió a rematar, dejó la portería desguarnecida y vio cómo Luis Pérez, a la contra, marcaba a portería vacía el 0-2 final.
El Valladolid arrancará la segunda vuelta con buenas sensaciones y ya también puntos fuera de casa, la asignatura pendiente de los pucelanos en los primeros 21 partidos. La Real B de Xabi, pese a la buena imagen, sigue en descenso, aunque no demasiado lejos de la salvación.