Cuando arrancan los octavos de final, la Champions se pone muy seria. Los equipos saben que están a solo seis partidos de plantarse en la gran final de la mejor competición de clubes. Pero, este año, la competición da un giro de tuerca más.
Porque la UEFA se resistió de un inicio a la implantación del sistema de videoarbitraje. No obstante, tuvo que claudicar ante la presión. Tras su uso en casi todas las grandes ligas, faltaba que llegara también al mejor escaparate continental.
En estas semanas los cursos de formación y el banco de pruebas han sido muy intensos. Alexsander Ceferin, presidente reelegido de la UEFA, se mostraba muy conservador respecto a la opción de usarlo tan pronto. Pero terminó cediendo.
Eso sí, el máximo dirigente se mostró muy crítico con los entrenadores que no estuvieron el pasado lunes en laa reunión que tuvo lugar en Roma para hablar sobre el VAR. Únicamente se dieron cita en la misma Massimiliano Allegri, Bruno Génésio (Lyon), Thomas Tuchel (PSG), Eusebio Di Francesco (Roma() y Doemnico Tedesco (Schalke 04).
"Fue una falta de respeto. De los que no fueron solo Jürgen Klopp estaba excusado, pues el Liverpool jugaba", comentó irritado Ceferin.
El cacareado penalti de Benatia a Lucas Vázquez en los cuartos de final de la pasada Champions creó un antes y un después a la hora de que los clubes presionaran para la implantación del VAR en la Champions.
Cómo se usará
Los clubes en cuyas ligas ya existe el arbitraje asistido no tendrán problema alguno en adaptarse a la nueva situación. Otros, sin embargo, también vivirán el estreno, como es el caso de los equipos ingleses (Manchester United, Tottenham y Liverpool) y el Ajax.
En el VOR (Video Operation Room), sala desde la que se asistirá al colegiado principal, habrá un árbitro y un auxiliar videoasistentes, dos operadores y un responsable de la UEFA que irá enviando las informaciones al exterior. Además, se intentará que todos ellos sean del mismo país.
Los conflictos en los que se utilizará serán los mismos cuatro que ya se aplican habitualmente: goles, incidentes en el área de penalti, tarjetas rojas y errores de identidad.
Con o sin VAR, eso sí, las jugadas de polémica no faltarán, más aún en un tramo de la competición donde cualquier error se antoja decisivo para la supervivencia de un club.