Al espectador más alejado del fútbol checo, el Viktoria Plsen le suena simplemente a un equipo menor cuando aparece en competiciones europeas. La realidad no miente, pero eso no debe apartar que el Viktoria ha sido durante años uno de los grandes exponentes de una República Checa de gran nivel.
Allí 'nacieron' jugadores como Nedved o Cech, durante años líderes de un combinado checo que hizo las delicias del fútbol continental. El ahora rival del Madrid en Champions amparó el estreno del pequeño Petr Cech, quien en sus inicios apostaba por marcar goles en vez de por detenerlos.
Sí, Cech fue delantero antes de convertirse en uno de los mejores guardametas de los últimos tiempos. Desde pequeño soñó con triunfar en el hockey sobre hielo, deporte rey en su ciudad, pero pronto le picó el gusanillo del fútbol. Sin embargo, una lesión a los diez años le cambió el panorama.
Se fracturó la pierna derecha y el club decidió que tomara los guantes para que su pierna sufriera lo menos posible. Sin saberlo, el Viktoria dio un paso clave para convertir a Cech en historia viva de las porterías. De ahí, a la gloria. De ahí, a asombrar con paradas durante buena parte del presente siglo.