Con un poco de ciencia ficción, la permanencia es mucho más sencilla. Y es que la calidad que mostró Cazorla en San Sebastián están fuera de lo conocido como normal. Un superhéroe para el 'submarino amarillo', sin capa como Batman o un escudo como el Capitán América, pero con mucha más clase, por supuesto.
El encuentro fue poco vistoso, aunque solo presenciar sobre el césped al centrocampista asturiano ya merece la pena. Movió a su equipo, corrió hasta saciarse y fue el líder de un Villarreal que gozaba en Anoeta de una oportunidad vital para alejarse del descenso.
La Real Sociedad dominó la posesión con claridad, sobre todo en una primera parte sin ocasiones. Willian José, el único que amenazó la portería con un disparo lejano. Chukwueze, el velocista de Calleja que aportó la escasa verticalidad del cuadro castellonense.
Poco de Oyarzabal, Bacca, Juanmi, Fornals, Rubén Pardo... La igualdad se hacía notar en un estadio 'txuri-urdin' que esperaba una reacción de los pupilos de Imanol, que han cosechado tan solo una victoria en los últimos diez enfrentamientos.
Tras la reanudación, Andrés Fernández detuvo en dos tiempos la única ocasión clara de la Real. El partido parecía romperse con el latigazo a continuación de Chukwueze, pero las defensas se impusieron a los ataques en Donosti.
Imanol y Calleja movieron el banquillo y jugaron una partida de ajedrez con los cambios, un duelo que se acabó llevando el técnico visitante en una acción aislada. Córner botado en corto, centro espectacular con la zurda de Cazorla y testarazo inapelable de Gerard Moreno, que había entrado en el descanso por Bacca.
Diez asistencias para Cazorla, que, con su catapulta en la pierna izquierda, volvió a ser determinante una vez más para el Villarreal. El 'submarino amarillo' ya roza la tranquilidad y la permanencia. Las dudas y los pitos de Anoeta se apoderaron de una Real Sociedad decepcionante.