El equipo cayó en esas posiciones al perder como local ante el Getafe en la jornada 19 por 1-2 y desde entonces ha alternado la decimonovena posición con la decimoctava hasta que su victoria ante el Levante, unida a la derrota del Celta ante el Betis, le ha permitido subir al decimoséptimo puesto.
Por tanto, el equipo castellonense ha estado dos meses en descenso y para salir de esa zona de la tabla ha necesitado ganar a domicilio tras seis meses sin hacerlo y poner fin a una sequía de cuatro partidos sin marcar a domicilio.
La última victoria a domicilio la obtuvo el Villarreal en septiembre en San Mamés, cuando se impuso por 0-3 y a domicilio el equipo no marcaba desde su visita a Huesca, donde empató a dos tantos en diciembre.
Además, el equipo castellonense tiene ahora la oportunidad de ganar dos encuentros seguidos de Liga casi un año después de la última vez que lo logró, hace 300 días. En mayo de 2018, el Villarreal ganó al Valencia en La Cerámica y en la jornada siguiente se impuso al Deportivo de La Coruña en Riazor.
Las cinco victorias del equipo en el presente campeonato no han tenido continuidad y tras la cuatro anteriores se produjo un resultado adverso.
El Villarreal a domicilio ante el Leganés (0-1) y Athletic de Bilbao (0-3) y como local frente a Betis (2-1) y Sevilla (3-0), antes de imponerse en el campo del Levante este domingo (0-2).