Mourinho hizo modificaciones en su alineación tras la derrota contra el conjunto 'citizen' y no resultaron. El United volvió a ser un equipo ramplón, descosido, con pocas ideas y nula capacidad para crear.
El Watford resultó ser todo lo contrario. Con menos recursos, pero mejor optimizados. Cada grieta en el engranaje 'red devil' era una vía de agua para Capoue, Janmaat, Pereyra y Holebas.
No supo el United sacudirse de la presión del Watford y así llegó el primer tanto del partido. Aunque hubo falta sobre Martial, el Watford la robó en el pico del área y nadie vio cómo Capoue se colaba solo en el corazón del área. Pase y gol.
El United, a tirones
Se lanzó el conjunto de Mourinho a por el empate confiando en sus individualidades. Pogba estrelló un balón en el larguero, Ibrahimovic, otro al lateral de la red y Rashford la mandaba alto desde la frontal. Insuficiente para un equipo hecho para dominar en Inglaterra.
Porque ni mucho el Watford se limitó a defender y esperar. El gol fue la culminación de varias ocasiones peligrosas. De Gea impidió que el tanto local llegara antes. Claro que Rashford, el pequeño iluminado del United, puso el empate a media hora del final.
Cambios ineficientes
Mou movió piezas en busca del triunfo y lo que logró fue más desequilibrio. El Watford repitió la jugada de Capoue, en esta ocasión con Zúñiga como ejecutor.
La sentencia la puso Deeney desde el punto de penalti en los últimos segundos del choque. Fellaini, como el resto, no se enteró de nada y cometió falta en el área. Viva imagen de un United impotente.