El Young Boys le entregó en bandeja la clasificación a la fase de grupos de la Champions League a un CSKA de Moscú que no hizo gran cosa, pero que se defendió con firmeza y pudo rescatar un resultado positivo.
El choque se vivió de manera constante en el área ruso, con los locales percutiendo una y otra vez sin demasiada suerte. Akinfeev se convirtió por momentos en el héroe de la segunda mitad y, con dos enormes paradas, dejó la portería a cero por primera vez en años.
Cuando el choque se veía abocado al 0-0, un error grosero de Kasim en la cesión de cabeza a Von Ballmoos significó el 0-1, pues el portero no pudo evitar que el globo se colara en su portería.
Regalo que aprovechó el CSKA ya en el tiempo añadido y que le da un resultado casi perfecto para el choque de vuelta en Rusia, donde el Young Boys tendrá que buscar el milagro.