Como un elefante en una cacharrería. Pero un elefante ordenado y acertado que tenía claro su plan en Almendralejo para sorprender a un rival directo. El Zaragoza arrasó.
Empezó y terminó mejor el cuadro zaragozano, que avisó primero mediante la dupla Álvaro Vázquez-Marc Gual. Víctor Fernández ha encontrado su esquema ideal, aunque este sábado introdujo cambios obligados.
Casto mantuvo con vida al Extremadura, pero fue el fatídico protagonista final en la acción del primer gol. La suerte acompañó al Zaragoza. Centro de Delmás, rebote en Granero, Álex Díez no lo salva, toco en el poste y el meta extremeño no puede evitar el tanto.
Despertó el Extremadura. Ortuño tuvo varias ocasiones claras: primero, con la testa a un centro de Zarfino; luego, en un mano a mano en el que logró vencer Cristian Álvarez. Lo mismo en el área rival, donde Casto adivinó las intenciones de Álvaro Vázquez.
La igualdad se trasladó al segundo tiempo. El Extremadura mostró una escasa fluidez que contrastó con la vista en las últimas cinco victorias consecutivas del cuadro azulgrana. El Zaragoza no se complicó, dobló la ventaja y castigó a la contra.
Un mágico Pep Biel
Tenía que ser él, el jugador de mayor calidad sobre el terreno de juego extremeño. El '26' se plantó en la esquina del área, recortó, se perfiló y colocó un disparo pegado al palo e inapelable para Casto. Golazo.
Varapalo para un Extremadura que, a raíz de esa acción, lo intentó con más corazón que cabeza a falta de menos de media hora para el final. Entró Pombo y el atacante zaragozano aprovechó los espacios para transformar el tercer y definitivo tanto.
Se hizo el silencio en el Francisco de la Hera, que vio cómo un tren aragonés llegó y arrasó con todo. Triunfo contundente e incontestable. Pase de gigante para los de Víctor. Le queda trabajo al Extremadura.