El 11 de junio, el Alcorcón cambió de propietarios. El belga Roland Duchatelet traspasó el club al ejecutivo español Iván Bravo y al empresario estadounidense David Blitzer, que han llegado a Santo Domingo con "mucha ilusión". Con la llegada de los nuevos propietarios también ha llegado a la dirección deportiva Emilio Vega.
"Este perfil de club es ideal para llevar a cabo una filosofía con la que me siento identificado. Ha sido un club trampolín de mucho nivel para bastantes jugadores y comparto los valores de honestidad, confianza y lealtad que ofrece. Vamos a disfrutar con esta aventura", apuntó.
"Nuestro objetivo es que esta ilusión grandísima llegue al vestuario con la obligación del compromiso y la honestidad. Queremos lograr en esta etapa grandes hitos y alcanzar unas cotas de éxito nunca vividas en este club. La ambición y la exigencia es máxima", destacó Vega.
Su primera decisión de calado para esta campaña ha sido la de elegir al entrenador. El elegido ha sido Fran Fernández, que las últimas tres temporadas estuvo en el Almería. "Para mí es una de las situaciones más complejas de mi trabajo: encontrar la persona más adecuada para ese perfil. No es muy fácil pero desde el minuto uno Fran era la opción y así se lo transmití", confesó.
"Desde el primer momento, el proyecto y todo lo que se le planteaba noté que le podía atraer. Es un entrenador de cantera, que llegó al primer equipo en momentos difíciles, solventó el trabajo de manera excepcional salvando al equipo y la pasada campaña hizo una Liga muy buena con opciones de todo hasta casi el final", señaló.
"Más allá de la clasificación, me gusta ver a su equipo y cómo intenta ser protagonista y ser intenso. En la toma de decisiones no le tiembla el pulso para más allá de nombres hacer que el que se lo merezca juegue", apuntó Vega, que dijo esperar de esta temporada "tranquilidad y que no haya sufrimiento".
Por delante, durante lo que resta de mercado de verano, Emilio Vega está "trabajando para reforzar todas las zonas del campo", aunque también en las salidas, que, sin dar nombres, cifra en tres o cuatro.