Con el paso de los días, los rumores se van acrecentando y lo que en un principio parecía una quimera está cada vez más próximo a convertirse en realidad.
Neymar está muy cerca de regresar al Barcelona, con el que ya tendría incluso un acuerdo, y con ello intentaría recuperar el brillo que ha perdido en la capital de Francia.
Y es que el atacante internacional con Brasil dio su mejor versión sobre el césped del Camp Nou, llegando a ser considerado el mejor jugador terrenal del mundo más allá de esos dos marcianos llamados Messi y Cristiano.
Rodeado de dos 'cracks' y amigos íntimos como el propio Leo y Luis Suárez, Neymar alcanzó su máximo esplandor a lo largo de las cuatro temporada que militó en el equipo de la Ciudad Condal.
Su 'peor' campaña fue la primera, el curso 2013-14. En aquel año, 'Ney' pagó la novatada, ya que era su primer año en Europa y su físico estaba lejos de ser el de hoy día. Pese a ello, logró anotar 15 goles y repartir 11 asistencias.
En el verano de 2014, tras el Mundial, todo cambio. El brasileño, al que el cuerpo técnico del Barça diseñó un plan específico para perfilar su condición, se desató en la campaña 2014-15.
Llegó a los 39 goles y 8 asistencias, formando una sociedad letal con Messi y Suárez y llevando al Barcelona a conquistar el triplete.
El curso siguiente, el 2015-16, el actual jugador del PSG mantuvo su nivel y firmó 31 goles y 22 asistencias, siendo durante varios tramos de la temporada el gran referente del club. La campaña vino acompañada de un doblete Liga-Copa.
En su último año como azulgrana, Neymar bajó un poco sus registros goleadores (20), pero siguió generando numerosos tantos para sus compañeros (20 asistencias),
Además, pese a ser una temporada difícil, fue de los jugadores más destacados en los momentos más brillantes del curso, siendo el gran héroe y líder en el famoso 6-1 al que hoy día es su club en la Champions League.
Todo ese bagaje le valió para que el PSG desembolsara 222 millones de euros por él en el verano de 2017, convirtiéndole en el fichaje más caro de la historia.
Ahora, tras dos años en París plagados de decepciones colectivas, problemas de toda índole y lesiones, 'Ney' quiere volver al sitio que le vio jugar a su mejor nivel y, a sus 27 años, dar los mejores años de su carrera en el Camp Nou.