Por algo es el favorito a presidir el Barcelona desde este mes de enero. Maneja los tiempos a la perfección y demuestra que sabe de lo que habla por su pasado al frente del equipo. Joan Laporta charló con 'Goal' y dio una nueva 'master class' de lo que es un mítin electoral.
El antiguo presidente comenzó criticando la última etapa: "No se ha trabajado como hay que trabajar. Se han dejado llevar por unas inercias que creamos pero, si no las trabajas, pasa lo que pasa, que la inercia se va apagando. Ha faltado liderazgo, no es solo estar".
Laporta no miró para otro lado con el COVID-19. "Los demás clubes tienen a grandes ejecutivos y aquí es distinto. La mala gestión se ha agravado con el COVID-19, no solo en lo económico. Ha habido dejadez de tareas en un mundo competitivo como es el fútbol, hay que estar presente en muchos sitios", explicó.
"Después de ganar Liga y Champions, esta junta vivió en pura complacencia. Nosotros cambiamos a los líderes del vestuario. Cambiamos a Ronaldinho por Messi. Ellos dejaron que las cosas se fueran pudriendo", insistió.
Laporta abogó por la calma y la confianza si vuelve a ser presidente y recordó que mantuvo a Begiristain siempre como director deportivo y no echó ni a Rijkaard ni a Guardiola pese a que pasaron por malas etapas.
A pesar de que que otros ex presidentes fueron muy duros con él y examinaron con lupa su mandato, Laporta confesó que vuelve sin rencores: "No tengo ningún interés en judicializar el club o en poner el retrovisor. Son excusas de gente que no quiere asumir los objetivos que se propone o que se asusta ante sus objetivos".
Laporta descartó que vaya a haber un pacto de forma inminente con Benedito, aunque se mostró abierto a escuchar a otros precandidatos más adelante. Además, aseguró que los proyectos del Espai Barça o de remodelación del Camp Nou no son tan sencillos: "Hay que hacer una 'due dilligence' porque no hay que ser muy listo para ver que la foto se ha ido moviendo y no han hecho nada. Primero costaba 600 millones de euros. En 2016 ya eran 825...".
Comparado con la continuidad lo del Camp Nou, para Laporta, la continuidad de Messi debería resultar mucho más sencilla: "El tema del estadio no es fácil porque construirlo son dos años. Es más fácil el tema de Leo que el campo. Él quiere volver a ganar la Champions con el Barça y hay que hacerle ver que eso será posible. Que siga es muy importante, a nivel prioritario".
Finalmente, el antiguo máximo mandatario azulgrana se negó a ofrecer nombres para ilusionar a la parroquia: "El fichaje soñado es la motivación. Es una prioridad que tengo, la motivación de retornar la alegría del barcelonismo".