En este Betis no hay hueco para las dudas

El viento empezó a cambiar para el Betis tras su última derrota, que se produjo el pasado 25 de noviembre ante el Villarreal (2-1), y lo ha hecho apoyado en una solvencia defensiva que le ha hecho encajar sólo un gol en los últimos seis partidos que ha disputado desde entonces en tres competiciones.

Tras perder en el estadio de La Cerámica, los de Setién han certificado su pase a los octavos de final de la Europa League como líderes del Grupos F tras derrotar al Olympiacos griego en el Benito Villamarín (1-0) y empatar a cero con el Dudelange en Luxemburgo en algo parecido a una pista de patinaje sobre hielo.

El Betis también se ha clasificado para octavos de la Copa del Rey después de dejar en la cuneta al Rácing de Santander con una holgada victoria por 4-0 en el Benito Villamarín y, en paralelo a todo ello, ha enderezado su trayectoria liguera al derrotar sucesivamente a la Real Sociedad (1-0), su próximo rival copero, Rayo Vallecano (2-0) y Espanyol (1-3).

Los 25 puntos que llevan los verdiblancos en el zurrón los han aupado a puestos de Europa League, su principal objetivo, y acercado a cuatro de los de la de Campeones, que marca el Real Madrid con 29; y además han insuflado el ánimo suficiente para acallar críticas e incertidumbres de ciertos pasajes de irregularidad vividos en algunos momentos de esta temporada.

El técnico de Santander parece haber dado con la misma tecla de la pasada temporada y, a la solvencia goleadora, se ha unido una seguridad defensiva que ha hecho que su equipo casi no encaje y que, por vez primera, se haya puesto en la clasificación con una diferencia favorable entre los goles marcados (19) y los encajados (18).

A ello ha contribuido el que el entrenador cántabro haya encontrado, si no un once tipo, sí una columna vertebral que parte de la seguridad del portero Pau López, sus tres centrales de referencia -Aïssa Mandi, Marc Bartra y Sidnei Rechel- y un centro del campo con las tres incorporaciones estelares de esta temporada, el portugués William Carvalho, el argentino Giovani Lo Celso y Sergio Canales.

Ahí radica la sala de máquinas del juego del Betis, en el crecimiento exponencial de Carvalho tras las dudas iniciales en el juego del portugués; y en el lujo que supone el ver jugar juntos al mejor Sergio Canales y a la exquisitez de Lo Celso, artífices ambos del golazo del empate en Cornellá tras un carrerón del cántabro y un centro rematado por el de Rosario.

Otras de las muchas claves del buen momento bético radican en el engarce y la aportación de jugadores que entran sin notarse en el sistema de rotaciones de Setién, como es el caso de Cristian Tello, autor del segundo de los tres goles ante el Espanyol de una falta directa; y otros que siempre están como el 'eterno' capitán Joaquín Sánchez.

A sus 37 años, el portuense cumplió ayer su partido 500 en Primera División y lo celebró a su manera, con la 'finta y el esprint' con la que anunciaban su nombre en la megafonía del Villamarín y, además, en el minuto 85 y con un lujo de 'cachita' que valió la falta que terminó en el gol de Tello.

El Betis descansará este lunes y el martes comenzará a preparar su último partido del año antes del parón navideño, que jugará a mediodía del próximo sábado ante el Eibar en el Benito Villamarín.