La zaga española mostró ante Marruecos su peor cara. Endeble y dubitativa, parecía cuestión de tiempo que una llegada terminase en gol. Ocurrió una vez en la primera parte, y en la segunda los norteafricanos estuvieron a punto de golear a sus vecinos del otro lado del Estrecho.
Pero el 1-2 tardó en llegar. No fue hasta el minuto 81 cuando en un córner, En-Nesyri saltó más que nadie y conectó un cabezazo ante el que David de Gea hizo lo que acostumbra a hacer en este Mundial, mirar fijamente el balón rezando para que no vaya a puerta.
25 de junio de 2018
Pero fue entre los tres palos, y volvió a poner el jugador del Málaga por delante a Marruecos. España entonces cambió de canal. Este partido estaba perdido, así que tocaba rezar porque Portugal no concediese un gol en su duelo contra Irán... Porque eso mandaría a España a casa.