El partido fue, sin excusa ninguna, de menos a más. Careció de ritmo en los primeros compases, con una Juve muy descentrada y conforme con que el Benfica llevase el peso del partido.
Las 'águilas' aceptaron el desafío, asumieron el mando y propusieron algo de fútbol. Poco, todo sea dicho, porque el primer tiempo tuvo muy poca chicha.
Sí es cierto que hubo ocasiones, contadas, pero ocasiones de peligro a fin de cuentas. Si el Benfica tenía una, acto seguido la Juventus despertaba de su letargo y respondía con otra aún mejor.
El 'y tú más' se dio hasta en los goles, pero ya llegaremos a ellos. Porque lo más destacado del primer tiempo fue otra cosa, algo que no gusta que suceda.
Corría el minuto 24 cuando Facundo Ferreyra dio el susto. Se tendió sobre el césped, tras llevarse un golpe en la boca del estómago al chocar con Marchisio.
Se recuperó, pero sólo para volverse a llevar otro 'golpazo' diez minutos más tarde. El partido se acababa de reanudar tras la pausa para refrescarse (jugar un partido a las 13.00 con 31ºC no es la mejor idea), y el argentino volvió a necesitar de las asistencias.
Chocó violentamente con su compañero Jardel, y las asistencias tuvieron que atenderle sobre el césped. Le inmovilizaron el cuello con un collarín y fue retirado en camilla.
El Benfica acusó el susto, y la Juve trató de aprovecharlo, pero el descanso se le echó encima.
Tras la reanudación, y con el clásico carrusel de cambios, el partido cambió. O, mejor dicho, confirmó el cambio que se preveía viendo el final del primer tiempo. La Juve impuso su ritmo y con un Cancelo de extremo por banda izquierda generó muchísimo peligro.
Estuvo contra las cuerdas el Benfica un tiempo, y cuando peor estaba, llegó el golazo de Grimaldo. Una falta peligrosa botada por el futbolista español que se ha ganado por méritos propios ser uno de los mejores goles de esta ICC.
Su tiro superó ampliamente la barrera juventina, y parecía que se iría a la grada, altísimo como iba. Pero no. De repente cayó en picado y sorprendió a todos, incluido a un Perin que no pudo hacer otra cosa que no fuera mirar cómo entraba ese gol.
El tanto puso las pilas a la Juve, y dispuso de varias ocasiones para igualar la contienda, en especial un testarazo de Benatia que el larguero escupió con violencia.
El gol del empate tardó en llegar, pero llegó. Un golazo, dicho sea de paso. Su autor fue Clemenza, uno de los jóvenes canteranos 'bianconeros' presentes en la gira americana.
Se internó en el área del Benfica, y con un regate espectacular se hizo hueco para soltar un zapatazo imparable para un Odysseas que hasta entonces lo había parado todo. Pegó en el larguero y entró.
Los últimos minutos fueron de sufrimiento por parte del Benfica. Tuvieron los lusos un arreón final de pundonor, pero se les vio cómo llegaron más justos que sus rivales al tiempo extra.
Al final, partido a penaltis que se resolvió gracias al desacierto de Jonas y el joven Joao Felix. El primero se topó con el poste, y el segundo, con Perin. Ninguno de los cuatro lanzadores de la Juve erró sus penaltis, y permitió a la 'Vecchia Signora' minimizar daños y sumar dos puntos en esta ICC.
La Juventus suma de esta manera cinco puntos en el torneo tras dos partidos, fruto de su triunfo contra el Bayern y este empate. El Benfica, tres, tras los mismos encuentros, ambos terminados en empate, pero con resultado más satisfactorio en su primer enfrentamiento.
Su ICC terminará contra Real Madrid y Olympique de Lyon, respectivamente.