Una entrevista de casi una hora de Cristiano Ronaldo suele convertirse en un gran acontecimiento, independientemente de si se da en el último día de mercado de fichajes. El portugués tuvo su cuota de protagonismo en el cara a cara que tuvo con su amigo Edu Aguirre en 'La Sexta'. Esa sintonía entre ambos llevó la conversación a varios temas, algunos de ellos incómodos en otros momentos de la trayectoria del futbolista portugués: Arabia, rutinas, Real Madrid, Messi, el espejo de la historia...
La mejor forma de explicar su entrevista es arrancar por un final demoledor: "Hay cosas que no tienen sentido, pero entiendo la rivalidad. ¿Qué quiere decir la palabra goleador? Son números, es quién pone la pelotita en el rectángulo. ¿Quién es el mejor goleador de la historia? Yo hablo de números, tienes que hablar de los números. Creo que soy el jugador más completo que ha existido. Creo que soy yo. Yo hago todo en el fútbol: voy bien de cabeza, tiro bien faltas, soy rápido, fuerte. Una cosa son gustos: me gusta más Messi, Pelé o Maradona. Pero decir que Cristiano no es completo es mentira, soy el más completo. Creo que soy el mejor jugador de la historia, te lo digo de corazón. Yo no he visto a nadie mejor que yo". Pero empecemos por el principio.
Su vida ahora en Arabia
Cristiano firmó en 2023 por el Al Nassr en un traspaso que, a la postre, fue esencial para el cambio en la liga de Arabia Saudí. "Muy bien, la verdad que voy a hacer dos años y me está gustando mucho la experiencia. Me gusta vivir aquí, a mi familia también. Siempre en mi vida he sido una persona de desafíos, de cosas nuevas. Desde los 12 años, cuando salí de Madeira, fui así. No me intimidan los grandes retos, me gustan. No me quitó el sueño venir a Arabia porque sabía cómo era la liga aquí, que era un rumbo totalmente distinto en mi vida y un desafío que quería mucho. Solo necesito estar con mi familia, con Georgina y mis hijos. Tener todo lo que una familia pueda tener para estar bien: educación, seguridad, buenos colegios, buena casa. Me siento bien, me siento feliz", aseguró.
"Cuando yo tomé la decisión de venir no pensaba que la Liga iba a crecer tan rápido, pero sabía que pasado uno o dos años sería muy top, como está en el momento. Fue en el primer año, las cosas fueron muy rápido. La gente no sabe cómo es el nivel aquí, hablan y opinan demasiado. Es normal. Es una realidad completamente diferente cuando se habla de Arabia o, por ejemplo, de Estados Unidos. Es peor liga la de Estados Unidos, obvio, pero como es Arabia Saudí menosprecias un poco más, es lo que siento. Pero sé que esa gente que habla no sabe lo que dice. Solo el que juega y ve los equipos que están son los que dan valor", añadió el portugués.
Sensación de que todo se compra con dinero: "No funciona así ni va a funcionar así. Obviamente, el poder financiero aquí es mucho más potente que en Europa, eso es una realidad. Hoy en día solo puedes tener ocho extranjeros que pueden jugar más dos Sub 23. Es limitado".
Mentalidad, trabajo... y mucha rutina
Siempre se ha relacionado a Cristiano con esa obsesión por el trabajo físico desde un punto de vista personal: "Es un compromiso, una pasión. Todavía me levanto con ganas de entrenar y jugar partidos. Me preguntas si es igual a como era antes... igual no, un pelín menos. Pero sigo con esa pasión. Siempre la tengo, es una motivación. Lo hago con pasión. Me cuesta, obvio, pero voy. Es un compromiso. ¿Tú crees que voy todos los días al gimnasio con ganas? No, no es verdad. Pero voy porque tengo un compromiso".
Para qué seguir: "La historia ya está escrita, no es para seguir haciendo historia. Podría dejarlo hoy y no me arrepentiría de nada. Creo que sería una pena porque sigo estando muy bien, sigo marcando la diferencia. Si sé que puedo seguir marcando la diferencia uno o dos años más... yo vivo mucho el presente ahora, no quiero pensar a largo plazo. Es pensar semana a semana, hacer una programación buena, prepararme para los partidos y los entrenamientos. Disfruto del fútbol a diario".
Cristiano, acostumbrado a vivir con la fama desde hace años, ya ha asimilado no poder hacer ciertas cosas. "Obvio que hay cosas que me gustaría hacer, pero sé lo que soy e intento disfrutar con lo que puedo hacer. Cuando escuchamos una crítica, olvidamos que hay 100 positivas y vamos a esa crítica. Yo intento valorar lo bueno, estar con quien me hace feliz. Todo lo demás... es normal, no tengo culpa de ser el más famoso, el más seguido. Hay gente que le gusta Cristiano, otros que no pero quieren saber qué hace... Obvio, me gustaría sentarme en un bar, ver a los coches pasar y que nadie me conozca. Pero para qué voy a pensar en algo que no va a pasar. Veo lo que es posible hacer", reflexionó.
Ese carácter competitivo que ha sido siempre gasolina
Esas ganas de seguir jugando, marcando y ganando alimentan al Cristiano de casi 40 años: "Muchas veces olvido lo que conquisté porque eso me da motivación porque me da para hacerlo mejor cada año, creo que eso es lo que marca la diferencia con los demás. Si otro estuviese en mi posición con mis condiciones, quizás hubiese dejado el fútbol 10 años atrás. Por eso digo que soy diferente a los otros. No solo por números de fútbol, también por números de fuera. Es igual. Soy diferente, punto final. Los números no engañan, yo no tengo que presumir. Presumo por algo que es verdad, no hay que tener vergüenza de asumir los 'factos".
Su fortaleza física acompaña a un trabajo preventivo que ayuda a no sufrir con lesiones: "Juego más en Arabia que en Europa. En la Eurocopa fui el jugador de Portugal que tenía más minutos. ¿Que por qué no me lesiono? Tiene que haber un factor suerte y un factor de preparación. De roturas me he lesionado un par de veces en mi vida. Hay un factor de minimizar el riesgo de lesión. Existe un factor suerte para todo en la vida, pero la suerte se busca. Yo trato de buscar los mecanismos posibles para buscar esa suerte. La forma de minimizar las lesiones por cantidad de partidos es entrenar menos. Entrenos específicos para cada jugador. Menos desgaste corporal, físico, para poder rendir con menos riesgo de lesión. Es mi punto de vista".
"Yo no puedo no pensar en el fútbol. Para mí, la recuperación es tan importante como el entreno. Ponte que hago dos horas de entrenamiento más gimnasio y vengo a casa y hago pádel con amigos. Si entreno tres horas, tengo que hacer tres horas de recuperación. Si bajo con Gio y vemos una película de Netflix, pues ya hago otra máquina. No cuesta nada. Yo no hago dieta, la palabra dieta, para mí, es tener buenas rutinas. Si me apetece tomar una hamburguesa, no pasa nada. Es la rutina. Yo implementé una teoría que es que cuando eres joven puedes hacer 50-50. Tienes energía, puedes comer 50% tonterías. Va pasando la edad y ese porcentaje tiene que bajar. Yo hago las cosas bien, hay un factor psicológico que te ayuda también, que es tener la libertad de comer algo que te guste. Una vez por semana. No pasa nada... no voy a comer esto todos los días. Si viene mi hijo con una galleta, no voy a ser un padre borde. Es una galleta", avaló.
Y, pese a todo, no vive obsesionado con un gran reto pendiente: los 1.000 goles en su carrera. "La gente está un poco pesada con eso. Sé que tengo un poco de culpa con esto. Parece que no valoran lo que estoy haciendo, este año estoy marcando. Están más pendientes de si faltan 85... no me gusta eso. Las cosas tienen que pasar de una forma natural. Si haces 925, 930... el mejor de la historia soy yo, punto y final. Marcar goles... los números lo dicen. Si llego, de put* madre. No sé si voy a llegar, pero es lo que te digo: no pienso a largo plazo. Te lo juro por mis hijos, yo pienso en el presente. No sé qué va a pasar mañana. A lo mejor me despierto desmotivado y no quiero jugar más. Así vas a valorar mejor el momento, el fútbol en sí. Viene el Mundial en año y medio, pero queda un año y medio. No estoy obsesionado por eso", reconoció.
La gestión de las críticas y su futuro
"Yo ahora abro algo y leo que 'Cristiano no sé qué...' no me entra. Sé que es gente que no me conoce, que no ha estado nunca conmigo o que tiene envidia. Mi posición genera mucha envidia. Y encima tengo otros aspectos que generan todavía más envidia. Siempre va a ser parte de mi historia y tengo que vivir con la gente que me quiere y con los que no", argumentó en un inicio cuando Edu Aguirre le sacó el tema de lo que pueden pensar los demás sobre su personalidad.
Cómo afronta la derrota: "Esa rabia de no aceptar la derrota es menor que cuando tenía 20 años, pero al mismo tiempo está ahí. Acepto más cuando llego a casa, en el campo no. Todo lo que sea en el campo, se queda en el campo. Yo no puedo llegar con mis problemas de fútbol a casa con mi familia, no es justo. Al principio era difícil, en el Madrid fallaba una oportunidad o un penalti y me encerraba en la habitación enfadado conmigo mismo. No me permitía fallar, hablaba conmigo mismo con la luz apagada. Me acostaba sin cenar, me preguntaba que por qué tiraba a la izquierda o la derecha. Hablando solo. No me arrepiento de ser así porque ese pasado lo sigo teniendo en parte".
"Siempre fui muy picado. Desde joven, odiaba perder. No aceptaba la derrota. Me iba para casa a llorar, un vecino me llamaba 'el Llora'. Sigo con esa mala leche de perder cuando estoy en el campo, pero es mi manera de ser, no voy a cambiar. Si mi motivación sigue siendo la misma, es porque guardo esos residuos competitivos del pasado. Espero seguir así, pero de una manera también más equilibrada, con mis hijos. A veces llego a casa y mi hija me reprocha que por qué estaba hablando así con el árbitro levantando los brazos. Y yo: 'Bueno, papá es así..."
El día que deje el fútbol: "Será difícil, obvio, pero me estoy preparando. Estoy preparando mi futuro desde los 27 u 28 años. Con varias empresas, cosas que me puedan motivar, cosas en las que pueda aportar a la sociedad, a los jóvenes. No solo de hoteles, clínicas, empresas de preparación. Pero hacer cosas que pueda pasar el tiempo, que me divierta también. Aprender otros sectores en los que crea que pueda aportar algo, pero será difícil, obvio. A nivel mental será difícil. No lo pienso, pero sé que está cerca. Pero creo que estaré mínimamente preparado. Lo sé porque hablo con Pepe, que se ha retirado hace poco, y me dice que está mejor que nunca. Creo que una de las cosas que te puede dejar aceptarlo mejor es prolongar tu carrera lo máximo para que cuando lo dejes estés orgulloso contigo mismo porque no puedas más. Si lo dejo a los 41, 42. Es mucha edad... todo esto ya es un regalo. Me dedico demasiado a este y a veces vivo poco. A veces estoy en la selección y no estoy en el cumpleaños de mi hijo. Me cuesta. Podré estar en los momentos más importantes".
El gol crea adicción: "Obvio. Es la mejor sensación del mundo y lo más difícil en el fútbol. Es marcar goles y no sufrir. A mí me encanta marcar goles, sigo teniendo esa euforia. ¿Ser entrenador? No quiero. Te digo ahora y te lo voy a decir de aquí a 10 años. Es casi imposible. Quiero hacer cosas que yo no domino y quiero aprender. No quiero ser entrenador porque jugué al fútbol toda la vida y ser entrenador es todavía más difícil. Mi personalidad no creo que se adapte muy bien a ser entrenador. No necesito ser entrenador. ¿Algo relacionado con el fútbol? Director deportivo no, ser dueño de un club tiene más sentido, eso no lo descarto. Si hay un buen negocio, no lo descarto. No tengo ningún club en la cabeza, el fútbol es muy de momentos. Eso puede pasar".
El Cristiano Ronaldo de 39 años todavía ve fútbol: "De vez en cuando, es mi pasión. No veo todos los días, pero veo al Sporting, que es mi club, al Manchester United, Real Madrid. No soy un friki, pero de vez en cuando sí. Veo mucho al Madrid porque a Mateo le gusta mucho Mbappé. ¿Jugar de delantero? Creo que no es su posición ser delantero. Si estuviese en el Madrid, le enseñaría a jugar de '9'. Yo tampoco lo era, yo era banda. Creo que él no debería ser el típico delantero, sino hacerlo de una forma muy de él. Jugaría más o menos como lo hace Cristiano. Yo aparezco dentro del área, no estoy dentro del área. Cuando juego así, no me sale nada. Cuando eres imprevisible, y él tiene esas condiciones... él no puede jugar de delantero, no puede estar esperando ahí que le centren. Tiene piernas para hacerlo. Si lo hago yo, ¿no va a hacerlo Mbappé? Pero hay que cuidarlo, es muy bueno. El Madrid tiene que protegerlo y estoy seguro que va a dar muchas alegrías".
El Real Madrid y su etapa allí
"Es mi casa España. Mis hijos crecieron allí. Jugué muchos años en el Real Madrid, el lugar donde fui más feliz futbolísticamente. Obvio que siempre lo tendré en mi corazón. He hecho cosas muy importantes allí y por eso la gente no se olvida. Me fui del Madrid porque quería una etapa diferente en mi vida, quería una motivación diferente y la etapa estaba cerrada. No me desgastó mucho la salida porque era algo que dije al presidente, que aceptó que podía salir. En la fase de negociación no se portó tan bien conmigo, aunque lo entiendo porque siempre lo hace así. Yo no podía dar marcha atrás porque ya había dado mi palabra a la Juve y el presidente quería volver atrás. Pero aprecio mucho a Florentino, creo que es un digno presidente, una persona que me trató bien. Tengo mucho respeto por él. Hablamos de vez en cuando. ¿Volver al Bernabéu? No descarto, dejé un legado ahí. A lo mejor, cuando termine mi carrera pueda hacer algo ahí. 80.000 personas... puede ser algo chulo", reconoció.
Rivalidad con el Barça: "Vivíamos una semana con una tensión por las nubes, pero era bonito. Era una gran rivalidad. Madrid-Barcelona, Cristiano-Messi, Piqué-Sergio Ramos. Se hablaba de todo. Era más Cristiano-Messi, obviamente, pero era bonito. Y era sana".
Un cara a cara eterno con Messi: "Nunca he tenido mala relación con él. Compartimos 15 años de 'stage' de los premios y siempre nos llevamos muy bien. Recuerdo que yo traducía lo que decían en inglés. 'Messi, te vas a quedar aquí y luego te van a hacer una pregunta', recuerdo. A mí siempre me trató bien. Él defendía su club y yo el mío. Creo que sí, que nos retroalimentábamos. Había años que él quería jugar todo y marcar, yo también. Como Senna y Prost, que se motivaban mutuamente. ¿Volver a ver esos números? Ojalá, sería muy bueno para el fútbol, pero lo veo difícil, sinceramente. Pero es posible, quién sabe".
Odio del Camp Nou: "Me gustaba jugar allí. No sé cuántos goles he hecho allí, pero muchos. Era un estadio en el que me gustaba jugar, me venía arriba. Me silbaban. Había un aura diferente en el estadio, me gustaba. Piensas en hacerlo bien para poder callar a esa gente, es lo que yo hacía. ¿Si me gustaba más marcar en el Camp Nou que en el Bernabéu? Sí, sí. Un campo rival, todos te silban. Eso es lo bonito del fútbol. El 'calma, calma' viene de ahí, de tranquilos que el 'bichito' a va hacer la diferencia".
Vinicius: "Creo que debería ganar el Balón de Oro, pero tampoco me sorprende. No porque yo no gané alguno, es porque no hay credibilidad. Vinicius ganó la Champions, marcó la diferencia, hizo goles. Tiene que haber más credibilidad en los premios, algo por detrás más serio. Me decepcionó por Vinicius porque lo merecía, rotundamente, pero para mí no hay credibilidad. Yo ya sentí lo mismo que Vinicius dos veces, sí. Sientes impotencia, pero después lo entiendes. Aceptas luchas que no vas a ganar, lo que tienes que hacer es retirarte. Que tus valores son más importantes que otras cosas".
Bellingham: "Tiene un futuro espectacular, va a ayudar mucho al Madrid. Me recuerda a Zidane, tiene mucho de Zidane. ¿Menos calidad? Es que Zidane era brillante, pero Bellingham tiene 21 o 22 años, tiene todo el futuro por delante. Va a dar mucho al Madrid, el chaval será un crack".
Ancelotti: "Me gusta mucho, una persona espectacular. Ganamos muchas cosas juntos. La presión del Madrid es así, el míster lo sabe. En el fútbol es así, cuando no das resultados en un club con esta magnitud es difícil seguir así. Creo que el 90% de las veces ayuda que un en entrenador haya sido jugador. Es muy difícil si no. Si ves en la historia del fútbol, de los 50 mejores de siempre 48 fueron jugadores. Hay excepciones, como todo en la vida".
February 3, 2025