Poco antes de que el fútbol parase obligado por el COVID-19, el Nápoles derrotó al Inter en la ida de las semifinales de la Coppa Italia (0-1) y obligaba a los lombardos a remontar en San Paolo.
Tres meses después, Eriksen comenzó a hacer esa tarea. Solo tardó (desde que lo dejaron) tres minutos en marcar y, además, lo hizo con un gol olímpico que sorprendió a toda la defensa y el portero rival.
Eriksen botó desde el perfil izquierdo un saque de esquina que se cerró hasta el centro de la portería. Ningún defensa local pudo tocar la bola y esta se coló por debajo de las piernas de un desafortunado Ospina.
June 13, 2020