Chiara Singarella alterna, a sus 16 años, sus convocatorias con las selecciones argentinas de fútbol y balonmano. No tiene prisa por decantarse por una. Lo hará cuando toque. "Soy consciente de que en un futuro tendré que elegir, porque si me quiero dedicar a uno al 100%, con dos deportes no voy a poder", reconoció en una entrevista a 'EFE'.
Entre el fútbol y el balonmano elegirá al que le "abra más puertas", le permita acceder a una beca académica para estudiar Medicina y ligar su futuro al profesionalismo. Tal vez por ello pese más el balompié que el balonmano, vistas las oportunidades que se están abriendo para las futbolistas en los últimos meses. Especialmente, tras el Mundial de Francia que Chiara Singarella siguió por la televisión. Ese torneo le hizo agarrar su almohada y soñar con un futuro en Europa o Estados Unidos. "Trabajo para que se dé esa oportunidad", afirmó.
- Pregunta (P): En su caso, es una deportista brillante en dos disciplinas casi antagónicas, fútbol y balonmano. Una se juega con los pies y otra con las manos. ¿Cómo le dio por decantarse por estos dos deportes?
- Respuesta (R): La verdad es que cuando era muy chica siempre practiqué deporte. Mi padre siempre jugó al fútbol y al balonmano justamente. Mi mamá es profesora de Educación Física y hace mucho daba balonmano en la municipalidad de Luján de Cuyo, que fue donde yo empecé con el balonmano. A su vez, yo iba a natación porque era asmática. Fui probando varios deportes, como la gimnasia artística, el voleibol o el baloncesto, pero sentía que no era ninguno para mí. No me sentía identificada.
Un día probé el balonmano y me gustó bastante. Como estaba mi mamá, me encantó ir. Al mismo tiempo, recuerdo que nos mandaron a tomar agua en un momento del entrenamiento y había unos chicos jugando a fútbol. Yo siempre fui de ir a la plaza con una pelota de fútbol a jugar con mi papá y mi hermano. Me dieron ganas de jugar. Les pregunté a los chicos si podía jugar y me dijeron que sí. Me aceptaron y, como estaban en el mismo lugar, yo hacía las dos cosas ahí.
- P: ¿Le resultó difícil compatibilizar las dos disciplinas con su vida como estudiante?
- R: Al principio, sí; pero con el paso de los años fui asimilando todo lo que requería hacer dos deportes y a la vez ir a la escuela. Ahora no me cuesta, ahora aprovecho más el tiempo, entrenando siempre y estudiando inglés, que me queda un año. Por suerte, soy organizada con los horarios y por eso estoy haciendo las dos cosas.
- P: ¿Qué le da cada deporte?
- R: El balonmano, al jugar como central o pívot, me da visión de campo de juego. El central es quien maneja los hilos del equipo. Me da orden y calma. En el fútbol, más allá de que sea un espacio más amplio, quizás puedo aprovechar más las distancias largas para ganar velocidad, más resistencia y a su vez, al tener esa visión desarrollada del balonmano, meter un pase entre líneas sorpresivo o saltar líneas. Se compatibilizan bastante bien.
- P: Hasta ahora, ¿cuáles han sido sus mejores momentos como jugadora de balonmano y como futbolista?
- R: Creo que como futbolista mi mejor momento lo viví el año pasado, cuando salimos campeonas de un torneo internacional sub-17 con la selección. Contra Paraguay jugué de titular y metí un gol. En la final no me tocó jugar todo el partido, pero entré y tuve la posibilidad de meter el gol que nos dio la victoria contra Chile por 2-1. Creo que ese fue uno de mis mejores momentos en la selección.
En balonmano, el mejor partido que creo que he jugado con la selección fue contra Brasil. Empatamos 20-20, pero yo me sentí muy bien a nivel equipo e individual, creo que jugué bastante bien ese partido. Estuve a poco de salir elegida la mejor jugadora del partido, pero una compañera metió un gol más. Igual, feliz por el equipo y por todo.
- P: Todavía es joven, pero en algún momento tendrá que tomar una decisión y decantarse por una disciplina u otra. ¿Le da vueltas a esa idea?
- R: Trato de no pensarlo mucho, pero soy consciente de que en un futuro tendré que elegir porque si me quiero dedicar a uno al cien por cien, con dos deportes no voy a poder. Al ser más grande, las exigencias cambian, cada vez son mayores y también quiero estudiar una carrera. Quiero estudiar medicina. Creo que voy a elegir el deporte que más puertas me abra a nivel academia y quizás con una beca deportiva podré tener la oportunidad de estudiar Medicina y a su vez disfrutar de un deporte.
- P: ¿Dónde le gustaría estudiar?
- R: En Estados Unidos, sería buenísimo. España también sería una propuesta bastante buena. Me gusta todo lo que es España. Barcelona y Madrid me encantan. El tiempo dirá. Yo voy a seguir trabajando para que se me den esas oportunidades.
- P: ¿Ha existido ya el acercamiento por parte de algún club o universidad que quiera ayudarle en su formación deportiva y académica?
- R: No, todavía no. Está en trámite todo eso con la ayuda de Óscar González y Guillermo Zamarripa, a los que quiero agradecer el esfuerzo que están haciendo para que yo consiga una beca. Sé que soy chica, recién tengo 16. Para una universidad quizás faltan dos años o un poco más.
- P: Las chicas de su generación conocerán un deporte más profesionalizado. En ese sentido, ¿le ilusiona todo lo que está moviendo la mujer en el deporte y las nuevas oportunidades que están llegando?
- R: Sí, me ilusiona mucho. Antes no se veía tanto esto de la mujer en el deporte, como que no estaba tan aceptado. Aquí en Argentina, ver a un chica jugando al fútbol era como 'guau, están locos los padres'. Ahora se está profesionalizando el fútbol femenino y eso me da muchas ilusiones. Por fin el fútbol femenino empieza a crecer. Tal vez con esta pandemia se frenó un poco todo eso, pero a nivel internacional siento que puedo llegar a tener una oportunidad muy grande en algún equipo de Europa o de Estados Unidos. Además de estudiar, trabajo para eso. Abrazo la almohada y pienso en eso.
- P: ¿El Mundial de Francia le hizo soñar con esa posibilidad?
- R: Sí. Además, a Argentina nunca se le dio el resultado que se le dio en Francia. Eso me hizo muy contenta, por todas las jugadoras y las chicas de Argentina que siempre soñamos con vestir esa camiseta y llegar a la mayor.
- P: ¿Usted se imagina ahí, en la mayor, con la 'Albiceleste'?
- R: Sí, ojalá.