Sancet le saca una cena gratis a Unai Simón

Ahora que pasó San Valentín y los restaurantes estarán un poquito más libres, Unai Simón le puede ir reservando una buena cena a Oihan Sancet. El portero le regalaba al Espanyol tres puntos en uno de esos chispazos que a veces tiene (y es un genio, un porterazo), pero el mediapunta apareció cuando el partido se ponía feo para rescatar un empate que sirve para ampliar a 15 los encuentros sin perder del Athletic Club. Un 'palo' para los 'pericos', que con este resultado respiran y siguen fuera de descenso, pero no le dan ese manotazo casi definitivo.
Puede que viéramos al Athletic más flojo de toda su racha de partidos invicto. De más a bastante menos en la primera mitad, el gesto de Ernesto Valverde se fue torciendo mientras al Espanyol se le notaban más las ganas por escapar de abajo. Para los dos había resultados positivos durante la jornada y ganar era un 'puntazo'. O bueno, más bien tres. Por eso el enfado del 'Txingurri', también de alguno como Iñaki Williams que levantaba los brazos ante la bajada de los mismos de alguno que otro.
Y como decimos, no es que empezara mal el conjunto vasco. Maroan dejó algún destello de lo que puede ofrecer en su primera titularidad. El corpulento goleador del Barakaldo fue a todos los choques, corrió como un jabato y tuvo un duelo detrás de otro con Kumbulla y Leandro Cabrera, que también le dejaron alguna muesca en forma de patada para recordarle que esto es Primera División.
De hecho, el fuelle del Athletic en el primer tiempo duró más bien lo que estuvo buscando al punta. El peligro llegaba cuando Iñaki Williams estiraba, apretaba a Carlos Romero y miraba hacia el único fichaje de invierno, que obligó a Joan García a sacar una buena mano pegada al larguero tras una volea. Se empezó a enfriar el equipo de Valverde justo después del parón para activar el protocolo antirracista. Triste, pero sí, Cuadra Fernández tuvo que intervenir y la megafonía llamó la atención a la grada por los insultos de algún disminuido. Decía Iñaki en 'Movistar+' que había escuchado un "p*to moro" dirigido a Maroan. En fin.
Esto fue alrededor de la media hora. El Espanyol había estado intentándolo por los costados, con un intensísimo duelo entre Jofre Carreras y Yuri Berchiche en el que se repartían éxitos. El extremo halló un par de veces a Javi Puado, que no llegó a rematar hacia portería, y siguió apretando con alguna llegada más de Carlos Romero por el lado izquierdo. Las sensaciones de Manolo González eran mucho mejores, aunque se fue al descanso mosqueado por conceder una falta que casi acaba en penalti. El VAR revisó una mano de Roberto que no fue porque venía de un rebote cercano.
Tampoco mejoró el Athletic con el arranque de la segunda parte. Ni hizo cambios ni se observaron ajustes sobre el césped. Sí que controló más la pelota, pero se vio a un equipo impreciso y precipitado. Berenguer, desaparecido. Y Maroan Sannadi, el único que generaba algo junto a Iñaki cuando el balón llegaba por su zona. Cierto es que tampoco incomodaba arriba el Espanyol, pero la única intervención de Unai Simón acabó siendo para regalarle el 1-0 a su rival.
A la hora de partido, el conjunto bilbaíno sacó de banda en su propio campo. Dani Vivian cedió para el internacional español (le observaba De la Fuente desde la grada) y este se quedó completamente dormido con el balón y en su área chica. Roberto, que es de esos que tampoco dan un balón por perdido, se lanzó a sus pies para rebañarle el esférico y meterlo de 'tackling' en la portería. Era un buen premio para un Espanyol que se emocionaba, consciente de lo que hacían falta esos tres puntos.
Ya saben que la alegría dura poco en la casa del pobre. Un ratito sí, pero Valverde se hartó y metió toda la artillería. Para dentro Nico Williams y gente como Mikel Vesga u Óscar de Marcos. Con el pequeño de los Williams se reactivó el ataque rojiblanco y también despertó un Oihan Sancet que hasta entonces había estado gris.
Bendición para el Athletic, porque el mediapunta halló el empate en una acción que había fabricado él mismo. Primero forzó el córner con un disparo que le tuvo que tapar Carlos Romero y después remachó el envío desde la esquina rumbo a la portería. Con cierta fortuna, eso sí, ya que el disparo de media volea rebotó en Calero antes de colarse en la meta de Joan García.
Como consecuencia del 'palo', el partido terminó con el Athletic más volcado y mucho más animado. Apretó mucho un Iñaki incombustible, que también le dio alguna lección a un Nico que pecó de bueno. Le podría haber rascado un penalti a Omar El Hilali, porque el defensa se lanzó algo imprudente al suelo cuando el campeón de Europa pisaba línea de fondo, pero optó por la vía más ética. Se llevó una colleja de su hermano. Con un par de paradas de Joan García y un último saque de banda que no se llegó a ejecutar acabó el asunto, dejando un sabor de boca ni bueno, ni tampoco malo.