Había ganas infinitas de volver a ver a Luis Muñoz. Por lo que significa dentro y fuera del campo, el mediocentro ha sido la baja más sensible que podía tener el Málaga. Quién sabe lo que podría haber ocurrido con él, eso es jugar a los adivinos, pero sin él se ha derrumbado en facetas que domina. Llegada, control del balón, liderazgo, temple... pero ya está de vuelta. Y sus primeros 62 minutos de juego fueron prometedores.
Ante el Tenerife, el centrocampista se quedó a un palmo de regresar con gol. En una de sus habituales incursiones en el área, se orientó bien con la derecha y disparó al palo corto, donde rechazó Dani Hernández. Fue el segundo de sus dos disparos en el partido. Por suerte, Aleix Febas apareció por detrás para recoger el esférico y marcar el 0-2
En datos de distribución y ataque aportados por BeSoccer Pro, Luis Muñoz ganó 6 duelos ofensivos y acertó su único regate uno contra uno (el desborde al defensa en la ocasión del 0-2). Además, entregó 9 de 10 pases (90% de acierto), uno de ellos en profundidad con éxito, y solo perdió dos balones.
Por otro lado, defensivamente volvió a aportar equilibrio con 2 robos, 2 intercepciones, una recuperación en campo rival y 2 robos rápidos tras pérdida del equipo, factor clave en lo que trabaja Pablo Guede. También fue a por un duelo aéreo y lo ganó.
Obviamente no son números rimbombantes. Jugó una hora de partido y muy bien guarnecido por otros dos centrocampistas como Dani Lorenzo y Aleix Febas, además de tener las espaldas cubiertas por un buen Genaro Rodríguez. El conjunto favoreció que Luis Muñoz se sintiera cómodo y no tuviera un desgaste excesivo que Guede le ahorró con el cambio.
Solo quedan dos partidos más para ver al malagueño, que hace su rodaje particular mientras el equipo se la juega. Y si está ahí, como pasó en el Heliodoro, es porque pese a las carencias de ritmo y las precauciones tras una lesión así, es imprescindible. La temporada pasada fue uno de los mejores del Málaga junto a Yanis Rahmani y Pablo Chavarría y el deseo es que la próxima vuelva a ser el referente que una maldita lesión le ha impedido ser.