Cientos de miles de seguidores estuvieron atentos al sorteo buscando otros focos que no fueras los de los dos grandes. Por ejemplo, la Sevilla futbolera, muy partida en dos. Si su partido de máxima rivalidad se vive con gran tensión durante todo el año, esta vez pasarán siete meses entre el primer y el segundo enfrentamiento, que se jugarán, respectivamente, en las jornadas 3 y 32.
El hecho de que la vuelta se dispute el 14 de abril, coincidiendo con un gran día en la Semana Santa, puso entre interrogaciones el sorteo asimétrico, que a priori debía evitar situaciones anómalas. Pero no solo quedó en evidencia por ello.
Y es que en la jornada 3 habrá otros tres encuentros de rivalidad local: Levante-Valencia, Eibar-Real Sociedad y Real Madrid-Leganés.
Este año la comunidad madrileña batirá récords de participación tras el ascenso del Rayo. Hasta cinco equipos integrarán la categoría. Sin embargo, el derbi madrileño sigue siendo por excelencia el partido entre 'merengues' y 'colchoneros'.
Se verán las caras por primera vez en el Bernabéu, el 30 de septiembre, en la séptima jornada. La vuelta queda para 16 partidos después, el 10 de febrero, en el Wanda Metropolitano.
El principal derbi vasco tendrá su primer duelo en San Mamés el 7 de octubre, dentro de la octava jornada. La visita a Anoeta ocurrirá el 3 de febrero, en la vigesimosegunda.
Por su parte, los dos equipos valencianos dirimirán su choque de vuelta en Mestalla el día 32, misma fecha que el Sevilla-Betis y que cerrará a lo grande el historial de partidos de alta tensión deportiva.
El último enfrentamiento estrictamente entre equipo de la misma comunidad tendrá lugar en la antepenúltima jornada, cuando Alavés y Real Sociedad jueguen en Mendizorroza.