Arrancó con brío el Espanyol, asumiendo el protagonismo desde el inicio para explotar las lagunas de un Huesca que continúa en las postrimerías de la clasificación y así frenar su ánimo de resurrección.
Merced al paso de los minutos, el conjunto catalán fue acumulando ocasiones. Borja Iglesias y Wu Lei aprovechaban la privilegiada visión de juego de Sergi Darder para cercar la portería de Santamaría.
La iniativa 'perica' no encontraba premio y el Huesca fue armándose de argumentos para buscar el área de Diego López. Enric Gallego bregaba en el cuerpo a cuerpo con la zaga local, mientras Chimy Ávila hacía valer su velocidad.
No se había cumplido el ecuador del primer tiempo, cuando Esteban Granero acarició el balón para alojarlo en la escuadra y poner en pie a Cornellà. El golpeo excelso del 'Pirata' envió a la lona a los visitantes.
El 1-0 no hizo si no espolear al conjunto local, que comenzó un asedio sostenido. Wu Lei y Borja Iglesias, Borja Iglesias y Wu Lei tuvieron contra las cuerdas a un Huesca que logró llegar al descanso con vida.
El paso por vestuarios enfrió a los de Rubi, que se vieron sorprendidos nada más reanudar el encuentro. Un cúmulo de despropósitos defensivos acabó en las botas de Etexita, que fusiló con vehemencia a Diego López para igualar el marcador.
El empate sembró el pánico en Cornellà, donde los nervios comenzaron a aflorar y los viejos fantasmas cargaron de nerviosismo las piernas de los futbolistas 'pericos', incapaces de sacudirse el ímpetu visitante.
Olió el miedo el Huesca y se abalanzó sin complejos hacia su rival, tratando de hacer mella en un Espanyol que tardó en reponerse del mazazo y veía peligrar tres puntos de los que presmuía felizmente antes del descanso.
Los últimos compases del encuentro regaló un bonito intercambio de golpes, donde los nervios y la urgencia por ganar propició un correcalles que acabó con tablas y reparto de puntos que no dejó a nadie satisfecho.