Dos meses lleva el Liverpool sin conocer el triunfo en la Premier League. El equipo de Klopp parece atascado en la competición doméstica y prueba de ello fue el empate sufrido ante el Brighton en la pasada fecha tras una remontada de autor en Anfield con un gran Roberto Firmino.
Llegó el turno de Europa y ahí fue donde el cuadro 'red' demostró de nuevo que es el lugar donde los grandes brillan. Después de superar la gran goleada que le asestó el Nápoles, el Ajax fue como un bálsamo para poder seguir respirando tranquilo en la Champions League.
Y esto fue a mejor con el reciente triunfo al Rangers. Los de Merseyside recibieron al finalista de la Europa League en casa en busca de un resultado que dé alas a los jugadores. Y así fue. Todo empezó de la nada, a partir de una falta que la convirtió en obra de arte Alexander-Arnold.
En el minuto siete, el polivalente lateral superó la barrera de forma magnífica para colar el esférico en la escuadra derecha del portero Mcgregor. Una diana que le puso las cosas muy cuesta abajo a los de casa. Un Darwin Núñez entre críticas volvió a su versión gris y casi invisible.
El ritmo se rebajó demasiado en el final de la primera mitad y solo un error dentro del área del Rangers provocó que la distancia en el marcador aumentara. El colombiano Luis Díaz entró de forma muy vertical y King lo trastabilló por detrás provocando un penalti claro.
Cogió la pelota el de siempre y Salah celebró el segundo con un disparo al centro. El fútbol del Liverpool se quedó en el centro del campo y la calidad se impuso ante un Rangers que solo le quedó aplaudir. De esta forma, los de Klopp se colocaron por detrás de un Nápoles que sigue intratable.