Bucarest, año 2012. Un Atlético que empieza a asumir la identidad del Cholo Simeone se juega la final contra el Athletic de Bielsa, que aquella temporada bordó el fútbol con recitales como el obrado ante el Manchester United en Old Trafford. Pero ni el Cholo ni el Loco, aquel partido fue de Don Radamel Falcao García, que recordó algunos pasajes.
Comoquiera que se cumplieron justo ocho años de aquel partido, el 'Tigre' desveló alguna interiordad. Como el bello tanto con el que desnivelo la noche cuando apenas había arrancado la final. Con una finta y un golpeo soberbios que nunca antes había experimentado.
"Me quedé uno contra uno con Amorebieta, y pensé que si le hacía un amago iba a tener ángulo de tiro. Entonces amagué y saqué la pelota para mi izquierda, y me quedó ángulo de tiro. Busqué el segundo palo con mi pierna menos hábil, porque yo soy diestro. Pero mi papá siempre me insistió para que practicara ese disparo. ‘¿Cuándo vas a hacer un gol al segundo palo?’, me decía. ¡Y justo en una final me salió la jugada que mi padre me había enseñado!", comentó en el canal 'RCN'.
Por qué le salió la ejecución perfecta en un momento tan señalado lo tiene claro el colombiano. "Ese tipo de goles pasan cuando estás en completa inspiración, tienes control total de la situación. En la fotografía de la situación yo sabía que estaba de espaldas, y mi objetivo era tratar de estar de espaldas, pero girarme para tener ángulo de tiro. Y cuando me giro, yo intuyo en mi cabeza que todos los jugadores van a ir para ese lado, y es ahí que vuelvo otra vez y pasan todos los jugadores".