Corinthians necesitaba remontar el 1-0 de la ida y sus hinchas lo sabían. Desde muy pronto fueron calentando el encuentro con un recibimiento al autobús del equipo, pero todo cambió con el gol de Robinho.
Con el 0-1, la desesperación se apoderó de los locales, algo que se trasladó a la grada, donde parte de los aficionados tuvieron sus más y sus menos, llegando incluso a las manos.
El peor lado del fútbol volvió a aparecer en una de las grandes citas, algo que fue recibido con repugnancia por parte de la prensa brasileña.
18 de octubre de 2018