El Al Hilal le enseñó al mundo cómo no ir de creído a disputar un torneo de prestigio. Flamengo, el equipo más caro de Sudamérica y campeón de la Libertadores, salió al campo ante los saudíes demasiado confiado y lo pagó con una dolorosa derrota de las que escuece.
Pero esto es lo que pasa cuando anticipas algo que finalmente no va a ocurrir. Tras ganar la Libertadores, el vicepresidente del cuadro 'rubro-negro' llevó la voz cantante en el vestuario y dio por hecho que en la final se iba a cruzar con el Real Madrid. "Puedes esperar, ya llegará tu hora". Vidal no faltó a la fiesta y confirmó su obsesión con los blancos: "Os vamos a romper el cul*".
Tres meses después, la hora llegó y el cul* se lo rompieron a Flamengo. El cuadro brasileño acabó pagando muy cara su osadía y encima lo hizo recibiendo de su propia medicina. Los de Vitor Pereira se llevaron una sandunga por parte de los pupilos del argentino Ramón Díaz, con Luciano Vietto como director de orquesta.
El Al Hilal jugó con desenvoltura, sin ningún miedo, y le dio un baile sin vergüenza a un 'Mengao' que no se esperó la actuación de su oponente. Nada más arrancar la contienda, el 'Tricampeao' ya se vio contra las cuerdas con un penalti que cometió Matheuzinho, que parecía no ser ese jugador que quieren en el fútbol europeo.
Vietto, habitual suplente en el cuadro saudí, entró a escena y acabó en el suelo tras el toque de su rival. Salem, quien se encargó de ejecutar a Argentina en el Mundial de Catar, cogió la pelota y adelantó a su equipo ante la incredulidad de los David Luiz y compañía.
La respuesta del 'Mengao' no se hizo esperar y, tras una serie de acercamientos peligrosos, Pedro, no podía ser otro, recibió el balón en la esquina del área y cruzó para batir a Al Muaiouf. Ese tanto fue un mazazo para los de Ramón Díaz, que decidieron echar el cerrojo atrás.
Vietto dirige la orquesta y desquicia a Flamengo
Cuando mejor estaba sobre el campo el campeón de la Libertadores, el Al Hilal aprovechó para sacar otro penalti en una acción de Vietto. El argentino, siempre participativo en las jugadas de ataque de su equipo, recibió un pisotón de Gerson en el talón de Aquiles y el árbitro, que en primera instancia no indicó nada, tuvo que ir al VAR para señalar el punto fatídico y echar al brasileño, que ya tenía una amarilla. Salem, otra vez, adelantó a los suyos.
Todo el banquillo de Flamengo reclamó la acción al colegiado, pero no sirvió de nada. El 'Mengao' sabía que tenía que ir a por la machada con un hombre menos todo el segundo tiempo y Vitor Pereira decidió mover el banquillo, por lo que dio entrada a Pulgar y Fabrizio Bruno.
Estos cambios no mejoraron en nada el juego de los locales, ya que se vieron ampliamente superados por un rival que tenía un futbolista más en el campo. Por si fuera poco, Vietto continuó marcando el ritmo del baile a sus compañeros. El argentino estaba en todos lados: arriba, abajo, en el medio... Él actuaba donde tú le dijeras y Marega le siguió muy de cerca.
El francomaliense fue también un incordio para la defensa de Flamengo y no dejó de generar peligro. El 1-3 estaba cerca y finalmente entró a escena en el 70'. Luciano Vietto redondeó su actuación con un señor golazo. Recibió de Salem y fusiló con suma frialdad a Santos, que nada pudo hacer ante semejante disparo.
Todo estaba más que perdido para el cuadro 'rubro-negro', pero en una acción marcada por la suerte llegó el 2-3. Gabigol disparó dentro del área, desvió un defensor y Pedro, tan oportunista como siempre, mandó la pelota al fondo de la red sin portero.
Flamengo intentó la hazaña de empatar el partido en los últimos minutos, pero acabó claudicando ante un Al Hilal que firmó una bonita sandunga en todos los sentidos. Buen juego, sin ningún tipo de miedo, y con un baile marcado que le permite colarse en la gran final.