Desde su llegada a Múnich, Tiago Dantas ha generado, sin quererlo, polémica. Con el mercado ya cerrado, aterrizó cedido en el Bayern procedente del Benfica con una opción de compra de 7,5 millones de euros.
Apuesta de Hansi Flick, gran valedor de la operación, pronto pasó a ocupar la titularidad en el filial y, de ahí, al primer equipo, algo que no sentó nada bien a los canteranos, molestos con Flick por el rápido ascenso de un jugador que ni siquiera se había formado en casa.
Pero hace tan solo unos días comenzó a sonar en la prensa alemana que el club bávaro no ejecutará la opción de compra por Dantas, algo que ha obligado al propio Flick a tener que hablar en público para explicar lo sucedido.
"Eso no es cierto. Dijeron que 'Brazzo' (apodo con el que se conoce a Hasan Salihadmidzic, director deportivo muniqués) y yo tenemos ideas diferentes, pero no es cierto. Hablamos y decidimos juntos. Cuando hablan acerca de mis jugadores me enfado mucho. Sobre todo de jóvenes, como Tiago Dantas", declaró en la rueda de prensa previa al choque ante el Holstein Kiel, que terminó eliminando al campeón de la Champions en los penaltis.