Era un partido a vida o muerte cuando todavía queda una jornada para el final de la fase de grupos. La derrota de ambos en la inauguración del torneo propició que solo la victoria fuese válida para seguir con vida.
España, consciente de que tenía más calidad en la parcela ofensiva que su rival, lo intentó desde el inicio. La tela de araña montada por Oyarzabal, Carlos Soler, Dani Olmo y Dani Ceballos hacía sufrir a una Bélgica que intentaba aguantar los primeros arreones.
Tras un primer susto de Bélgica, con gol anulado por fuera de juego, llegó el tanto de 'la Rojita' de Luis de la Fuente. Lo hizo a través de un Carlos Soler que, pese a aguantar solo 45 minutos, ofreció destellos de su calidad. El jugador del Valencia, tras una buena jugada individual, se la dio a Dani Olmo, que de primeras con la derecha fusiló a De Wolf.
España dominó y se encontró con más ocasiones. Pero la falta de puntería de los de Luis de la Fuente apunto estuvo de dejarles fuera de combate antes de tiempo. Y es que ni Borja Mayoral ni el resto de atacantes estuvieron acertados de cara a puerta.
Con el paso de los minutos Bélgica se estiró. No quería decir adiós pronto y se lanzó al ataque, poco a poco, cual hormiga. Fue en un córner, tras un mal despeje, cuando Bornauw, con algo de fortuna, batió a Sivera.
La Selección Española sufrió en los últimos minutos de la primera parte. El tanto belga la dejó muy tocada. Pero para algo está el descanso. Luis de la Fuente activó las pilas de los suyos para volver a hacerse con el mando en el marcador.
Poco a poco, Bélgica se fue echando hacia atrás, formando un muro impenetrable por el cual España se estrellaba una y otra vez. 'La Rojita' no podía creer que el empate perdurase en el marcador tras ver cómo De Wolf se convertía en el héroe inesperado.
Con España volcada, Bélgica dispuso de sus mejores ocasiones para llevarse el partido. Pero finalmente fue el trallazo desde la frontal de Fornals el que decidió un encuentro que deja eliminada a los belgas y con el sueño vigente a España.