Rodrigo Phelipe tuvo que trabajar bastante para conseguir un autobús para ir hasta Lima. Son días complicados para viajar a Perú debido a la gran movilización de personas que viajan para ver la final de Libertadores.
Cuando consiguió hacerse con un billete, se enfundó su camiseta de Flamengo, cogió su mochila y partió hacia la capital peruana. Pero se encontró con una sorpresa cuando fue a sentarse en su asiento: a su lado había cuatro seguidores de River.
"Cuando presencié esa escena, confieso, mi corazón se aceleró a 1000 por hora, pero permanecí tranquilo y me senté. Pasaron unos segundos tensos, hasta que uno de ellos sacó su teléfono y registró el momento con una hermosa risa, diciendo ¡Este es el hincha de Flamengo menos afortunado del mundo!", así relataba Phelipe su cómica historia en Instagram.
Lejos de iniciar cualquier tipo de conflicto, los aficionados de uno y otro equipo iniciaron una bonita relación de amigos. Tal y como dice el propio Phelipe, "el fútbol es uno de los mayores inventos del hombre y sirve principalmente como un símbolo de alegría y unión".