Parece que el francés ha encontrado el camino. Primero fue un buen partido ante el Celta, partido en el que salió desde el banquillo para dar la asistencia de gol a su compatriota Griezmann y de esta forma culminar la remontada.
Tras el encuentro ante los de Berizzo, llegó el Molinón, estadio en el que brilló el delantero galo, volviendo a salir como suplente con el 1-1 en el marcador y siendo el protagonista con un 'hat trick' en menos de cinco minutos.
Actuaciones que sirvieron para que Simeone alineara de inicio a Gameiro en el choque de Champions y el francés no falló, volvió a cuajar un excelente partido con una asistencia que dejó solo a Griezmann y con un gol desde los once metros.