Garitano, quien espera recuperar efectivos tras el parón, ha llegado a la Real Sociedad con las ideas claras. El entrenador quiere hacer un equipo que no tenga nada que ver con el que se llevaba viendo en los últimos años. Y es por eso que no se casa con ningún futbolista.
Illarramendi ya se quedó dos partidos seguidos en el banquillo: "Jugaba siempre. Ya le dije que se iba acordar de mí. La próxima vez le tendré que dejar tres veces en el banquillo en lugar de dos. Él lo entiende. Es muy importante para nosotros, pero le vendrá bien".
El técnico le lanzó un 'dardo' a Oyarzabal, aunque luego lo elogió: "La pena es que con Mikel Oyarzabal no lo he podido hacer. Tenemos que tener a alguien más en su posición para sentarlo".
Es más bien un aviso para que no se relaje, porque Garitano está encantado. "Cada día que Mikel viene a entrenar lo hace con la intención de ser mejor. Es una pasada. Es de muy, muy alto nivel. Estoy muy contento con él", señaló el entrenador.
Por último, Garitano desveló que también es cercano con sus jugadores: "Hablo con ellos todos los días. Yo soy muy cercano con mis futbolistas y muy normal".