La Real Sociedad decidió prescindir de los servicios de Asier Garitano a unos días del Año Nuevo, después de los resultados de la primera vuelta. El talón de Aquiles del técnico fueron los partidos en casa, donde solo sumó seis puntos de ocho encuentros, fruto de una victoria y tres empates. Así, el cuadro vasco se convirtió en el peor local de Primera.
Imanol Alguacil, que ya estuvo al frente del equipo con anterioridad, se puso al mando para lo que resta de temporada.
Desde la fecha, Garitano no se había pronunciado, pero este lunes se sinceró ante los micrófonos de 'Radio Euskadi', en el programa 'Fuera de juego'. Eso sí, no quiso mojarse en exceso: "La Real sigue, hablar de esto es enredar y no me gusta".
Garitano contó cómo afrontó su destitución, algo que, reconoció, no se esperaba y por lo que se llevó "un disgusto muy grante". "Me centré en sacar las cosas positivas y aprender de la situación para intentar ser mejor. De todo se aprende", expresó.
Quiso dejar claro que no tuvo "ningún" problema con el vestuario ni con Olabe ni Aperribay, ni tan siquiera con Rubén De la Barrera. Por su parte, se mantuvo fiel a su planteamiento y sistema de juego en el cuadro 'txuri urdin': "No estoy descontento con lo que se ha hecho aquí".
El entrenador cerró agradeciendo el cariño a los compañeros y afición. "No sé hasta dónde podíamos haber llegado, nunca se sabrá, pero ya está, ya se ha acabado. Mirar hacia atrás no me va a hacer mejor. Iremos sacando conclusiones para el futuro y ya está", espetó.