Cuando Gerrard aún jugaba en el Liverpool, no era solo el capitán del equipo, sino una figura que era reconocida e imponía. Por eso, en ciertas ocasiones, el club le pedía que intercediera para impulsar fichajes estelares. Uno de ellos, el de Toni Kroos, como él mismo contó en su autobiografía.
"Yo tenía una especie de papel no oficial en el club, el de persuadir a grandes futbolistas de que se vinieran al Liverool. Nuestro gran objetivo para 2014 era demasiado optimista. Brendan Rodgers quería a Kroos y me pidió que le llamara", comenzó explicando.
"El Liverpool pensó que una oferta tendría mucho más impacto si venía también de mi mano, por eso me lo pidieron. Yo sabía que el Madrid estaba a punto de hacer una oferta al Bayern, así que me sentí un poco incómodo cuando mandé un mensaje a Kroos", continuó.
"Toni fue muy respetuoso y no me hizo parecer un auténtico idiota porque, poco después, firmó con el Madrid. No me hizo caso, todo quedó en unos bonito intercambio de mensajes y le deseé buena suerte", zanjó el actual entrenador del Rangers, campeón de Escocia.