Partido para olvidar en Getafe. Ni el equipo de Bordalás ni el de Abelardo hicieron ningún tipo de mérito para ganar en el Coliseum, un triunfo que se antojaba necesario en lo que denimaron como "una final".
La final se transformó en pachanga, con la diferencia de que este domingo hubo más tensión. Pero en lo que a fútbol se refiere, nada de nada. Solo el Getafe se asomó algo más en los últimos minutos, pero el 0-0 fue el más claro de la temporada.
No suelen ser atractivos los Getafe-Alavés, pero este se llevó la palma. La iniciativa fue para el conjunto azulón, con más miedo que vergüenza y, en la primera parte, lo único destacable fue la salvada en la línea a remate de Mata de Tachi, que fue sustituto a última hora de Laguardia.
Mucha intensidad y 'centrocampismo' en un partido sin historia alguna. Sin apenas ocasiones, ambos equipos pararon mucho el juego con faltas y balones parados que aburrieron hasta a las ovejas.
Eso sí, se esperaba más de un Alavés que se ahoga en descenso pero que, tras cuatro derrotas consecutivas y sin encontrar el 'efecto Abelardo', suma un punto que le debe servir como un punto de inflexión para hacerse fuerte.
Para más inri, Bordalás y Abelardo no movieron el banquillo hasta el minuto 79, por lo que el choque se instaló en una parada conformista de la que no salió ni con la calidad de los Kubo, Cucurella o Aleñá. En el Alavés solo Luis Rioja intentó electrocutar el ataque.
Arambarri tuvo la victoria 'in extremis' para el Getafe con un testarazo absolutamente solo en el segundo en un balón parado. El resto, un páramo que solo condujo al 0-0 y que permite a los dos sumar. El punto fue lo único positivo; el partido, para olvidar...