Su rendimiento futbolístico está lejísimos de lo esperado (22 partidos y cero goles) y últimamente es fijo a la hora de quedarse fuera de la convocatoria. Además, comportamientos como el demostrado recientemente de ausentarse a los entrenamientos han terminado con el cuerpo técnico sentenciando al ariete.
Y es que la relación con la hinchada del Levante tampoco ha sido buena. El entrenador apostó en un inicio por él pero Ghilas no ha respondido y siempre se ha mostrado en un visible estado bajo de forma al perder su pelea con la báscula.
Así que todo apunta a que el ex del Córdoba abandonará casi con toda seguridad el cuadro granota la siguiente temporada. Lo único que aún no se sabe es el destino que elegirá para emprender una nueva etapa en su carrera.