Madrileños y catalanes hicieron bueno el dicho y a la tercera firmaron su primer triunfo del curso, tras doblegar al Deportivo de La Coruña (3-1) y al Málaga (1-0), respectivamente.
Dos victorias de prestigio ante dos rivales destinados a pelear hasta el final por las plazas de ascenso, que sirven para reconducir el errático inicio de campaña protagonizado por el Rayo Vallecano y el Girona.
Especialmente en el caso del conjunto gerundense, que llegaba a la tercera fecha con tan sólo un punto en su haber, tras empatar en casa (1-1) ante el Sporting de Gijón y caer ante el Albacete (1-0) e la segunda.
Una dinámica negativa que se encargó de romper el delantero uruguayo Cristhian Stuani que en sus primeros minutos del curso demostró el instinto goleador que le llevó a sumar un total de cuarenta dianas en Primera División con el equipo catalán en las dos últimas temporadas.
De hecho, Stuani, que se perdió las dos primeras jornadas por unas molestias en el pubis, no desaprovechó la primera clara oportunidad de la que dispuso para firmar a los treinta minutos el definitivo 1-0 al resolver un pase en profundidad de Borja García con un sutil toque.
Un gol al que no pudo responder el Málaga, lastrado, una jornada más, por los problemas del técnico Víctor Sánchez del Amo para alinear un once de garantías.
No parece un problema de plantilla el del Deportivo, que pagó, al igual que ya le ocurrió la pasada semana ante el Huesca, con una clara derrota (3-1), los carencias defensivas que han llevado a los gallegos a encajar ocho goles en las tres primeras jornadas del campeonato.
Dificultades defensivas que dejaron en nada el tanto inicial de Ager Aketxe, que adelantó al Deportivo en el marcador a los seis minutos de juego.
Pero ni aún así pudieron evitar la derrota los de Juan Antonio Anquela ante el empuje de un Rayo Vallecano, que antes de llegar al descanso ya había dado la vuelta al tanteador (1-2) con los goles de Mario Suárez y Álvaro García.
Una ventaja que los madrileños, pese al bajón que sufrieron en la segunda mitad, no sólo supieron conservar, sino que incluso lograron ampliar con el postrero tanto de José Pozo, que firmó en el tiempo de prolongación del definitivo 3-1.
Victoria que no pudo cantar el Cádiz sobre el Extremadura hasta el tiempo de prolongación, gracias a un gol del centrocampista Jon Garrido que firmó a los 94 minutos el definitivo 2-1, que mantiene a los andaluces, eso sí empatados a puntos con el sorprendente Fuenlabrada, en lo más alto de la clasificación.
Un pleno de triunfos que el equipo gaditano pareció ver truncado, tras el gol del uruguayo Gio Zarfino, que igualó a los nueve minutos de la segunda mitad e tanto inicial de Álex Fernándes para los locales apenas superada la primera media hora de juego.
Menos agónico fue el triunfo del Sporting de Gijón, pese a que los asturianos tuvieron que esperar hasta la segunda parte para vencer por 2-0 a un Albacete, que en poco recordó al equipo que el pasado año peleó por el ascenso directo hasta las últimas jornadas.
Carente de piezas clave la pasada campaña como Álvaro Tejero, Aleix Febas o Eugeni Valderrama, el conjunto manchego cayó ante el empuje de la nueva hornada procedente de Mareo y ejemplificada como pocos por los jóvenes Pedro Díaz y Manu García, autores de los dos tantos locales.
Juventud que contrasta con la veteranía del delantero Yuri de Souza, de 37 años, que guió a la Ponferradina a su primer triunfo de la temporada con dos tantos y un pase de gol, que acabaron con la resistencia de un gris Tenerife, que salió goleado por un contundente 4-0 en su visita al Toralín.
También logró cuatro goles el Alcorcón, que volvió a mostrar su peligro como visitante, tras sumar su segunda victoria del curso a domicilio al imponerse por 2-4 al Lugo, gracias al buen hacer del ghanés Richard Boateng, clave en los tres primeros tantos del conjunto madrileño.