Antoine Griezmann fue principal protagonista en la final de la Europa League en Lyon, donde el Atlético de Madrid se impuso al Marsella. "Griezmann quédate" fue la frase más escuchada en la celebración del título.
Tras una temporada convulsa en la que los rumores sobre su posible traspaso al Barcelona hicieron tambalear su gran relación con su afición, el galo recibió un nuevo varapalo en el encuentro ante el Eibar del pasado domingo.
Ya cuando saltó a calentar y casi nadie le ovacionó tras su estelar actuación en la final, se intuía que volverían a saltar chispas en su relación con la grada. La estrella 'colchonera' entraba al terreno de juego en el minuto 59 entre ovaciones y abucheos.
Aunque hubo división de opiniones, la actitud de la afición rojiblanca no gustó al 'Cholo' (que incitaba a que se animara al futbolista) ni a Diego Godín, hasta el punto que el uruguayo se acercó al Fondo Sur para hablar con los hinchas.
"Griezmann se queda", recitó. Tras la esperanzadora afirmación de uno de sus capitanes, los pitos se transformaron en aplausos hacia el jugador en lo que restó de encuentro, aunque el '7' quedó tocado al no entender la reacción del Wanda tras su partido en Lyon.