Diego Godín, desde hace unos días para estar en contacto con su familia una vez pasada su cuarentena, reveló algunos de los malos momentos que pasó en Milán durante las últimas semanas.
"Continuamos jugando y entrenando, a puerta cerrada, hasta que se detectó el positivo de un jugador de la Juventus y todos estuvimos en cuarentena. Luego el campeonato se detuvo. Seguramente en ese partido habría otros jugadores infectados, es por eso que todos estuvimos en cuarentena. Estuvimos expuestos hasta el último momento, continuaron dándonos cuerda para ver si era posible continuar jugando, hasta que la situación se volvió insostenible", se desahogó.
Para el uruguayo, "en el fútbol es imposible evitar el contagio, cuando estás en contacto constantemente con los rivales, con los compañeros en el entrenamiento". "Aunque en Italia estaba permitido salir a una persona de la familia a hacer la compra y demás, nos dijeron que nosotros no podíamos salir ni a tirar la basura. Si nos pillaban en la calle y nos multaban, podíamos comernos una multa grande, un problema", reveló.
Entrenar en casa es una experiencia incómoda, compartió Diego Godín. "La parte más difícil era la de entrenar en casa. Los entrenadores nos llamaban, nos tenían un seguimiento. Quieren que hagas trabajos aeróbicos, de fuerza, y eso es complicado para algunos que viven en apartamentos. Por suerte, vivo en un bajo que tiene un jardín con 10-12 metros que me daba para poder hacer algo. Me llevé una bicicleta y una pelota de yoga del club", contó.
El ex del Atlético de Madrid también se refirió a cómo será la vuelta al fútbol: "No se sabe cuándo se va a volver a jugar, a entrenar sí, pero no sé si se volverá a jugar. O abrir un estadio para 60.000 o 70.000 personas. Es complicado. Y va a necesitar un mini pretemporada. Para volver a competir vamos a tener que hacerlo durante 20 o 25 días".