Ha llegado para quedarse. En plena desazón madridista, con el equipo regalando la Liga y varios de los hombres importantes 'missing', Vinicius ha conseguido lo que parecía imposible: ilusionar al madridismo. Está verde, huelga decirlo, pero en su fútbol hay algo que dice que puede ser importante. Incluso este mismo año.
De momento, el brasileño tiene suficiente con recuperarse de una inoportuna gripe que le hace ser duda para el choque ante el Betis. De estar listo a tiempo, todo hace indicar que volverá a ocupar un hueco en el once. Ahí estuvo ante la Real y fue el mejor. En Copa, con el Leganés como rival, asistencia a Lucas Vázquez y gol de volea.
Sus números resumen su escasa participación -521 minutos-, pero productiva al mismo tiempo. Tres dianas y cinco asistencias suma el ex de Flamengo, lo que viene a decir que participa en los goles cada 65 minutos. Cada poco más de una hora de juego, Vinicius marca o asiste. Poca broma para alguien que está alzando el vuelo.
Ya ha jugado en Liga, Copa y Champions. Hasta en el Mundial de Clubes tuvo su hueco, demostrándole a Solari que no se ha equivocado con él. El 'Indiecito' es el que mejor lo conoce y no le ha temblado la mano a la hora de sentar a pesos pesados como Isco por dar minutos a 'Vini'. Entre tanta lesión, el brasileño ha encontrado un hueco.
Su balance resalta aún más si lo comparamos, por ejemplo, con el de Gareth Bale. El galés, perdido entre lesiones y bajones de juego, marca o asiste cada 113 minutos. Prácticamente el doble que Vinicius. El 'expreso de Cardiff' está lesionado y el joven atacante está ocupando su sitio, actuando por banda izquierda. Diciendole al mundo que tiene madera para triunfar.